MADRID, 17 Nov. (EDIZIONES) -
El envejecimiento conlleva una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales que pueden afectar a la salud mental de las personas de edades más avanzadas. Según datos de la OMS, aproximadamente un 15% de los adultos de 60 años o mayores sufren algún trastorno mental.
¿Qué cambios y necesidades pueden aparecer en las personas a medida que se avanza en la edad, a medida que se envejece? Charlamos con la Confederación Salud Mental España quienes afirman que, en el ámbito de la salud mental, se sabe que algunos de estos trastornos se pueden acentuar a medida que la persona se hace mayor. "Pero también pueden irrumpir por primera vez nuevos malestares psicológicos. Aproximadamente, una cuarta parte de las muertes por suicidio son de personas de más de 60 años, según la OMS", apostilla.
En cuanto a los factores de riesgo de los trastornos mentales en los adultos mayores apuntan a las situaciones de aislamiento y de soledad cronificadas, al afectar negativamente a la salud mental de las personas mayores, y que pueden impedir que reciban un tratamiento.
"La falta de autonomía y la necesidad de ayuda de terceras personas por motivos psicofísicos, con la consiguiente sensación de dependencia que les puede generar, también puede hacer mella en su salud mental. En ocasiones, tener un trastorno mental puede generar un efecto o deterioro en la salud física, que puede agravar este trastorno", subrayan.
Por otro lado, indican que el nivel socioecónómico es determinante para la salud mental, estatus que se ve resentido por el habitual descenso del poder adquisitivo tras la jubilación: "Quien tenga dinero o cobertura económica de la familia tendrá unas mejores condiciones de vida, que actuarán como factores protectores: alimentación, cuidados, compañía o relaciones interpersonales, atención sanitaria, ocio, etc. Además, tendrá más posibilidades de tener un tratamiento adecuado en caso de tener un problema de salud mental y necesitarlo".
Otro factor de riesgo, según prosigue, es la falta de concienciación sobre la dimensión y la importancia de la salud mental, entre las propias personas mayores, pero también entre el personal sanitario. Además, sostienen que el estigma que sufren las personas con trastorno mental se suma a las discriminaciones que viven algunas personas mayores, por el hecho de serlo.
"Y por supuesto, también se sabe que afectan de manera transversal a su salud mental factores como el género, la orientación sexual, el origen, el color de piel, la discapacidad, etc. Haber sido maltratada, víctima de abusos, etc., puede desencadenar o acentuar en la persona un problema de salud mental. Según la OMS, una de cada diez personas mayores sufre maltrato", advierte la Confederación Salud Mental España.
PROBLEMAS DE SALUD MENTAL MÁS FRECUENTES
Aquí indica que la ansiedad y la depresión han sido las situaciones más frecuentes y que más han aumentado a raíz de la pandemia en este colectivo y recuerda que, según la OMS, la depresión afecta a un 7% de la población mayor y representa un 5,7% de los años vividos con una discapacidad entre las personas de sesenta años o más.
"Es importante ser conscientes de que los trastornos mentales no son connaturales al envejecimiento y deben ser tomados en serio, no solaparlos como comportamientos propios de la persona, del carácter o de la edad. Una persona con depresión debe poder acceder a un tratamiento adecuado y a los recursos de apoyo que necesite, tenga veinte u ochenta años", agregan.
CONSEJOS PARA CUIDAR DE LA SALUD MENTAL
En última instancia preguntamos a la Confederación sobre consejos para cuidar de la salud mental, y estos subrayan que "es cosa de todos", y no se puede cargar el peso de cuidar la salud mental únicamente sobre las personas mayores. "Desde la Confederación abogamos por crear sociedades más acogedoras, con mayor escucha y empatía, donde el apoyo comunitario sea una de las piezas clave. Defendemos el modelo comunitario y en el domicilio de la persona, que integre los recursos sociosanitarios", indican.
En paralelo, creen que necesitamos mayores recursos para llevar a término la Estrategia de Salud Mental y mejorar todos los aspectos que se recogen en ella, incluyendo la prevención del suicidio.
"Se requieren recursos especializados que se dediquen a atender a este grupo poblacional, que previsiblemente seguiré creciendo. También geriatras, gerontólogos y otros profesionales especialistas en trastornos mental, para dar respuesta a sus necesidades, en los centros sociales y sanitarios", añaden.
Por otro lado, Salud Mental España mantiene que el aspecto cultural también es importante ya que, a menudo, parte de nuestra identidad se construye en función de los ojos ajenos, de lo que reflejan de nosotros los demás.
EL VALOR DEL ASPECTO CULTURAL
"En el caso de las personas mayores, en nuestras sociedades se enfrentan a ideas que sitúan el valor de las personas en un mero valor económico, o de producción, sobre 'lo que es capaz de generar' en términos económicos. Las personas mayores, como por ejemplo algunas personas con discapacidad, son marginadas por 'no valer' al haber salido del circuito de producción", lamenta la confederación.
En última instancia considera que las diferentes capacidades de las personas mayores pueden situarles en una posición de desventaja, por lo que son olvidadas, lo que dificulta su inclusión social. Dice que pueden haber perdido habilidades, capacidades físicas o mentales, o bien el hecho de que se socializaron en un mundo que ha cambiado, entre otros puntos.
"Sería interesante revisar cómo nos relacionamos con las personas mayores, qué espacios de representación ocupan, si se valoran sus experiencias vitales o, por el contrario, se les relega a que sus opiniones, problemas, aprendizajes, etc. no sean tenidos en cuenta", concluye Salud Mental España.
