MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
El confinamiento puede haber agravado la diabetes y producir atrofia muscular, especialmente en ancianos, según ha puesto de manifiesto el estudio 'Metabolic impacts of confinement during the COVID-19 pandemic', liderado por el profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte y Fisioterapia de la Universidad Europea, Helios Pareja.
En el trabajo, publicado en la revista 'Nutrients', se analizan los riesgos para la salud que conlleva una reducción drástica de la actividad física como consecuencia del actual período de confinamiento. En el mismo también han participado la profesora de la Universidad de Valencia, María Martínez-Ferrán; el profesor de la Universidad de Stanford y Universidad de Valencia, Fabián Sanchis-Gomar, y el cardiólogo Fernando de la Guia-Galipienso.
A juicio de los expertos, el confinamiento podría tener un mayor impacto en las personas de edad avanzada al acelerar el proceso de envejecimiento y la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Además, en el caso más extremo, podría acentuar o incluso desencadenar sarcopenia, un síndrome que en ocasiones degenera en discapacidad (por la pérdida de masa muscular), y llega a provocar hasta la muerte.
Los investigadores han recabado los datos de varios estudios previos que identifican el aumento de la resistencia a la insulina, la grasa corporal total, la grasa abdominal y las citocinas inflamatorias; como las principales consecuencias metabólicas de un sedentarismo extremo.
Según explican en su trabajo, todos estos factores se asocian con el desarrollo del síndrome metabólico y a su vez con el incremento del riesgo de mayor severidad a la hora de ser contagiado por Covid-19.
Los autores del estudio han señalado que comer en exceso o alimentos poco adecuados, como ha ocurrido con muchas personas durante la situación de confinamiento en sus casas, contribuiría a exacerbar las consecuencias descritas. Por ello, han recomendado la restricción de la ingesta de calorías para ayudar a mitigar los efectos nocivos de la inactividad física.
Del mismo modo, han aconsejado mantener un estilo de vida activo durante la cuarentena con el objetivo de evitar daños para la salud. "Hacerlo puede ayudar también a paliar el impacto psicológico que el confinamiento está teniendo especialmente en los más mayores", han asegurado.
Finalmente, los investigadores han destacado la necesidad de realizar ejercicio físico al menos 5 días a la semana, combinando ejercicio aeróbico con entrenamientos de resistencia, y rebajando la intensidad y frecuencia para las personas de avanzada edad.