Cuidar de un familiar anciano reduce el riesgo de tener depresión

Archivo - Parkinson, mano, mujer mayor, atención, ayuda, cuidadora
Archivo - Parkinson, mano, mujer mayor, atención, ayuda, cuidadora - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / PORNPAK KHUNATORN
Publicado: jueves, 28 diciembre 2023 7:10


MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

Convertirse en cuidador de un padre o cónyuge anciano puede ser estresante, pero un nuevo estudio de un investigador de la Universidad de Texas (Estados Unidos) ha cuestionado la idea de que el cuidado familiar también sea un factor de riesgo de depresión concluyendo que es justo al contrario, es decir, cuidar de un familiar mayor puede reducir el riesgo de depresión ya que es una experiencia positiva que da significado y propósito.

El estudio, publicado en la revista 'Advances in Life Course Research', ha encontrado que la depresión en los cuidadores adultos se debe principalmente a la preocupación de que un ser querido experimenta problemas de salud graves, mientras que convertirse en cuidador se asocia con menos síntomas de depresión.

"Décadas de investigación sobre este tema indican que hay aspectos positivos y negativos en ser cuidador. Se supone ampliamente que los aspectos negativos superan con creces los positivos, que brindar cuidados es un factor estresante crónico y que contribuye a una peor salud y bienestar. Pero la evidencia no siempre lo confirma", señala el profesor asistente en el Departamento de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia y autor del artículo, Sae Hwang Han.

Además, estudios recientes han descubierto que los cuidadores viven más que los que no los cuidan y que muchos cuidadores describen el cuidado como una experiencia positiva que les da significado y propósito.

"La mayoría de los estudios anteriores comienzan identificando a los cuidadores y comparando su bienestar con el de los no cuidadores. No sorprende que estos estudios encuentren un mayor riesgo de depresión en los cuidadores en comparación con los no cuidadores, quienes a menudo no tienen problemas de salud graves en la familia. Esa es una comparación engañosa, del mismo modo que sería engañoso comparar el bienestar de alguien que recibe quimioterapia con el de alguien que no tiene cáncer", explica Han.

Durante el estudio Han siguió a un grupo de hijos adultos mayores de 50 años que tenían una madre viva. Rastreó los cambios en su salud mental a medida que algunas de las madres quedaron discapacitadas o con deterioro cognitivo y los hijos adultos se convirtieron en cuidadores. Han descubrió que los hijos adultos se deprimían más a medida que la salud de sus madres se deterioraba, pero no encontró evidencia de que convertirse en cuidadores empeorara su depresión.

"Más bien, descubrí que brindar cuidados aliviaba el grado en que los hijos adultos se deprimían en respuesta a los problemas de salud de sus madres, lo que sugiere que puede haber algo protector en poder ayudar a otras personas que nos importan", dice Han.

Asimismo, un estudio de 2021 realizado por Han y sus colegas encontró que los cónyuges que cuidaban a sus parejas experimentaban efectos similares.

Si bien el autor enfatiza en la importancia de las intervenciones sociales y políticas que continúen apoyando a los cuidadores, Han también afirma que este papel "no tiene por qué ser una fuente de temor y depresión".

"No hay duda de que brindar cuidados puede ser una experiencia muy estresante. Pero algunas experiencias estresantes también te hacen más resiliente y te ayudan a crecer", concluye.