MADRID, 6 Ago. (EDIZIONES) -
España es el segundo país más longevo del mundo, después de Japón. En concreto, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que la esperanza de vida para los hombre se sitúa en 80,4 años, mientras que la de las mujeres alcanza los 85,7 años. En este contexto, gestionar lo relacionado con el envejecimiento es vital para preservar la salud de los mayores. Y la soledad, deseada o no, es una condición relacionada con la vejez que impacta directamente en el estado de las personas de edad.
"Hay muchas evidencias de que la soledad en las personas mayores impacta en la salud general", indica a Infosalus el coordinador del grupo de Psicología del Envejecimiento de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Juan Gonzalo Castilla.
Además, "en las personas mayores es más probable el sentimiento de soledad, ya que hay más situaciones de pérdidas y son más probables", añade el experto, que identifica la tristeza como emoción que, normalmente, acompaña a la soledad. "Si no se gestiona bien, puede transformarse en depresión y sería uno de los mayores peligros de la soledad", resume.
En el campo psicológico, el también psicólogo clínico sanitario menciona que la soledad se asocia a mayor riesgo de depresión en los mayores, "sobre todo si es sobrevenida o inesperada". Además, la ansiedad es más frecuente en las personas que se sienten solas, según Castilla, lo que "está relacionado con la gestión del miedo, la seguridad y el control sobre la vida, y eso puede conllevar un empeoramiento vascular, más presión sistólica y más riesgos de accidentes vasculares". Por otra parte, la soledad "aumenta el riesgo de deterioro cognitivo y demencia e incrementa la aparición de trastornos mentales", cita el experto.
Además, las personas solas tienen más riesgo de morir prematuramente, "en torno a un 14 por ciento en algunos estudios", especifica Castilla. El también doble el riesgo de morir prematuramente en las personas solas que en los obesos, completa.
Otros efectos destacables de la soledad en mayores mencionados por el miembro de la SEGG son el consumo de alcohol, "más frecuente entre las personas que están solas, habitualmente como parche nocivo de la tristeza", puntualiza Castilla, y el hecho de que la soledad y el aislamiento están asociados a tener peor calidad del sueño.
Asimismo, Castilla apunta que la soledad genera un descenso de la actividad y la capacidad funcional, la interacción social, una peor alimentación y un incremento de la obesidad por malos hábitos alimentarios y vida sedentaria. También incrementa el riesgo de sufrir más accidentes domésticos y, "al estar solos, de no ser atendidos rápida ni adecuadamente", dice el miembro de la SEGG.
También "si tenemos en cuenta que la sensación de soledad está unida a la tristeza y ésta hace que se produzcan alteraciones del sistema inmunológico, esto provoca que las personas que se sientan solas tengan más enfermedades como resfriados, catarros, gripes o neumonías", agrega Castilla, que recuerda que, según concluyó la Academia Americana de Psicología en 2017, la soledad podría llegar a ser tan dañina como fumar 15 cigarros al día.
Pero Castilla insta a hacer una diferenciación entre soledad deseada y no deseada. "La clave no es la soledad objetiva, vivir solo, sino sentirse solo", explica el experto, pero lamenta que en España "hay pocos estudios que pregunten por este aspecto". Los disponibles arrojan porcentajes que varían entre el 23 y el 29 por ciento en población general de personas mayores y entre el 59 y el 63 por ciento de los que viven solos se sienten solos. Estos datos, extrapolados a la población actual, muestran que "más de dos millones y medio de personas mayores se sienten solas y que de esas es posible que más de medio millón de mayores se sientan solas a menudo", manifiesta Castilla.
CONSEJOS PARA GESTIONAR LA SOLEDAD
El psicólogo clínico sanitario ofrece varios consejos para que las personas mayores gestionen su situación de posible soledad, y la población general puede tener un papel relevante en esta misión. En primer lugar, debido a la probabilidad de que se sucedan pérdidas alrededor del anciano, los adultos tiene que "fijar más la atención y el foco en la necesidad de estima y reconocimiento, que es un buen antídoto para alejar la tristeza que se asocia a la soledad", matiza.
Además, el miembro de la SEGG alude a que las personas mayores compartan sus experiencias y conocimientos; se rodeen de gente más joven, como nietos o hijos. No obstante, esta solución ha de ser optativa, insiste Castilla. De cualquier manera, esto "hará que se amplíen los puntos de vista actuales y esté más conectado con el mundo contemporáneo de su entorno", añade el experto.
Castilla también menciona el uso de animales, ya sea en terapia asistida o con mascotas, porque implican "una responsabilidad social diferente a la de uno mismo, que te obliga a unos hábitos de compras, higiene, paseos y demás elementos que ayudan a alejarnos de la tristeza y sus efectos colaterales".
Aprender algo nuevo o proponerse metas nuevas, salir de las rutinas cotidianas también "hace que la vida siga siendo apasionante", valora el miembro de la SEGG, que concluye con la recomendación de que, ante situaciones que generan malestar psicológico y emocional, "hay que pedir ayuda, porque es salud y mejora de calidad de vida".