MADRID 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
La edad avanzada, el sexo femenino, los ritmos cardiacos irregulares y los niveles de actividad diaria pueden ayudar a predecir el deterioro cognitivo de los pacientes con enfermedad de Alzheimer y cuánto dependerán de sus cuidadores en los próximos años de vida, según apunta un nuevo estudio publicado en la revista 'PLoS ONE'.
De este modo, los resultados de la investigación sugieren nuevas formas de predecir el deterioro cognitivo de los pacientes y la necesidad de tener en cuenta a los cuidadores en los planes de tratamiento. Liane Kaufmann, de la Clínica Ernst von Bergmann de Potsdam (Alemania), Josef Marksteiner, del Hospital General de Hall (Austria), y sus colegas han presentado estos hallazgos.
La enfermedad de Alzheimer afecta a entre el 50 y el 70 por ciento de los pacientes diagnosticados de demencia. Para entender qué características de los pacientes podrían predecir mejor el deterioro cognitivo en estos pacientes, los autores de este estudio siguieron durante 2 años a una cohorte inicial de 500 pacientes austriacos con enfermedad de Alzheimer probable y posible.
Tras recabar los antecedentes de afecciones como cardiopatías, fibrilación auricular y diabetes, los investigadores realizaron un seguimiento de la función cognitiva, las actividades de la vida diaria, la depresión, el dolor y los síntomas neuropsiquiátricos durante un periodo de dos años. Los investigadores también evaluaron la carga que suponía para los cuidadores de los pacientes.
LA EDAD Y EL SEXO FEMENINO PREDIJERON EL DETERIORO
Todos los pacientes experimentaron un deterioro cognitivo significativo a lo largo del periodo de dos años, asociado a una disminución de las actividades de la vida diaria y a una mayor dependencia de sus cuidadores. La edad, el sexo femenino (la mayoría de personas con Alzheimer son mujeres), la dificultad para realizar las actividades cotidianas y la depresión predijeron el deterioro cognitivo en todos los puntos temporales.
Además, la edad avanzada, el sexo femenino, la incapacidad para realizar las actividades cotidianas y los antecedentes de fibrilación auricular -contracciones rápidas y no rítmicas de las cavidades superiores del corazón- predijeron el deterioro cognitivo más grave al cabo de dos años. Los cambios en la función cognitiva estaban estrechamente relacionados con una mayor carga para los cuidadores.
"Los resultados de nuestro estudio prospectivo a gran escala sobre pacientes con demencia de Alzheimer de inicio precoz identifican una combinación de edad elevada, sexo femenino, fibrilación auricular (por encima de otros factores de riesgo somáticos), escasas actividades de la vida diaria y sintomatología depresiva como factores de riesgo significativos (y parcialmente modificables) de deterioro cognitivo. Además, nuestros hallazgos revelan fuertes correlaciones entre la carga del cuidador y diversas medidas relacionadas con el paciente. Por lo tanto, proponemos que el tratamiento clínico de la enfermedad de Alzheimer en fase temprana debería dirigirse a la díada paciente-cuidador (en lugar de centrarse únicamente en el paciente)", han señalado los autores.
Pese a ello, el estudio tuvo una elevada tasa de abandono y tampoco incluyó variables de estilo de vida como la actividad física, el tabaquismo o el consumo de alcohol. Sin embargo, los autores creen que sus hallazgos sugieren que una combinación de datos demográficos (como la edad y el sexo) junto con medidas de la función diaria y afecciones médicas previas podrían ayudar a predecir el deterioro cognitivo, y que la carga de los cuidadores también debería ser un factor importante a la hora de diagnosticar y tratar a los pacientes de Alzheimer.