MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio presentado en el 62 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha demostrado que los principales factores clave para lograr un envejecimiento activo son la dieta, el ejercicio físico y las relaciones sociales.
Así lo han recogido el doctor Federico Cuesta Triana, especialista en Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y la doctora Mercedes Ayuso, catedrática del Departamento de Econometría, Estadística y Economía de la Universidad de Barcelona, a partir de los resultados obtenidos en el 'Estudio FontActiv: El papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población" elaborado recientemente por FontActiv y el Riskcenter Research de la Universitat de Barcelona (UB).
Concretamente, la alimentación es uno de los factores clave para lograr un envejecimiento activo. "La mayor parte de los mayores de 65 años encuestados en el estudio siguen una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea, sin embargo, debemos ser conscientes de aquellas cosas a mejorar. Por ejemplo, en algunas patologías conviene vigilar la toma de alimentos menos saludables como carnes rojas o embutidos, que deberían ser limitados, así como los alimentos ultraprocesados" ha valorado el doctor Cuesta.
Según los resultados obtenidos en el Estudio FontActiv, los mayores de 65 años optan por el consumo de alimentos frescos, consumen legumbres como mínimo una vez a la semana y más de dos piezas de fruta al día, y sólo un tres por ciento declara que no come ni verduras, ni hortalizas. Sin embargo, como han apuntado durante el simposio, la alimentación también puede verse condicionada por otros factores como el estado físico de salud o condicionantes económicos y/o sociales, que pueden incidir en todo el proceso, es decir, desde hacer la compra de los alimentos hasta prepararlos o cocinarlos.
Por tanto, "es fundamental mejorar la movilidad en los mayores, potenciar la ayuda a domicilio y eliminar las barreras arquitectónicas para que puedan desarrollar sus tareas cotidianas de forma autónoma" ha apuntado Cuesta.
Existen otras dificultades que aparecen con la edad que también pueden afectar a la nutrición de los más mayores. Un catorce por ciento de las personas a partir de los 75 años tiene problemas para masticar bien y un diez por ciento manifiesta tener dificultades para tragar. En estos casos, la toma de suplementos nutricionales en forma de batidos puede ayudar a complementar la alimentación y favorecer una adecuada nutrición.
En el caso del ejercicio, el 75 por ciento de los mayores de 65 años realizan ejercicio físico moderado como andar de forma habitual. "Hay que potenciar que los mayores caminen, pero también que incorporen otros ejercicios de resistencia, tonicidad y flexibilidad, que ayudarán a mejorar la masa muscular y disminuir el riesgo de caídas", ha recomendado el doctor Cuesta.
La sensación de soledad en las personas mayores puede tener una gran influencia en su nutrición y en su estado de salud. Según el estudio, un elevado porcentaje de personas (19%) comen solas todos los días.
"Vivir y sentir que uno forma parte de una comunidad ayuda a la persona a poder desarrollar mejor sus tareas cotidianas y mantener unos buenos hábitos nutricionales", ha comentado Cuesta, que ha añadido que es muy importante el entorno familiar, pero también cultivar otras relaciones con amigos o conocidos, así como poder contar con los recursos socio sanitarios necesarios para apoyar las necesidades de las personas mayores de 65 años.