MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los riesgos para la salud física y mental de proferir actitudes negativas o discriminatorias contra las personas mayores tras conocer que más de la mitad sufren faltas de respeto, según los últimos datos de su informe 'World Values Survey'.
Dicho trabajo de este organismo de Naciones Unidas se basó en una encuesta a más de 83.000 personas de 57 países para evaluar los comportamientos de la población con las personas mayores, y reveló que hasta el 60 por ciento aseguraba que este colectivo no eran respetados. Además, los niveles más bajos de respeto se encontraron en países de ingresos más altos.
"Este análisis confirma que la discriminación por edad es muy común. Sin embargo, la mayoría de las personas son completamente inconsciente de los estereotipos subconscientes que tienen sobre las personas mayores", ha reconocido John Beard, director del Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la OMS.
No obstante, según añade, "al igual que con el sexismo o el racismo" es posible revertir esa situación y para ello es preciso "dejar de clasificar a las personas por su edad y, como resultado, la sociedad será más próspera, equitativa y saludable".
La OMS insiste en las consecuencias negativas para la salud de la discriminación por envejecimiento ya que hace que las personas mayores "sienten que son una carga y perciben sus vidas como algo menos valioso, lo que les pone en riesgo de depresión y aislamiento social".
De hecho, en su trabajo muestran como los mayores que tienen opiniones más negativas sobre su propio envejecimiento no se recuperan tan bien de una discapacidad y viven una media de 7,5 años menos que las personas que tienen una visión más positiva de uno mismo.
Además, la OMS recuerda que en el año 2025 el número de personas de más de 60 años se duplicará en todo el mundo y en 2050 serán más de 2.000 millones de personas, la gran mayoría en países con menos ingresos.
"La sociedad se beneficiará si todos envejecemos de forma más saludable", ha defendido Alana Officer, coordinador de esta división de Naciones Unidas, que aclara que "para ello hay que acabar con los prejuicios asociados a la edad".
La OMS reconoce además que la discriminación de los mayores puede aparecer de múltiples formas, tanto mostrándoles más frágiles a través de los medios de comunicación como mediante algunas prácticas discriminatorias como fijar una jubilación obligatoria o diferenciar la atención sanitaria en función de la edad.
En el caso de los límites de edad para la jubilación, señalan, parecen considerar iguales a todos los mayores y no reconocer las funciones que pueden desempeñar. Además, esta discriminación por edad suele usarse a su vez para asignarles unos recursos sanitarios específicos.