MADRID 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, Miryam Piqueras, ha aconsejado que las personas mayores realicen ejercicio físico y estimulen su mente para garantizar su autonomía y bienestar, especialmente en un momento en el que el Instituto Nacional de Estadística (INE) proyecta cada vez una mayor esperanza de vida, de 83,2 años en hombres y de 87,7 años en mujeres para 2035.
"Conservar la capacidad de decidir y realizar actividades cotidianas se relaciona con un menor riesgo de desarrollar trastornos mentales, como la depresión, ya que favorece la autoestima y reduce el aislamiento social. Además, las personas que mantienen su autonomía suelen tener mayor movilidad y realizan más actividad física, lo que disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas asociadas a la inactividad, como la diabetes tipo 2, las afecciones cardiovasculares y los problemas musculoesqueléticos", ha señalado.
Para lograr que las personas mayores vivan esta etapa con mayor independencia, Piqueras ha señalado que es clave fomentar hábitos saludables, así como adaptar el entorno a sus necesidades y asegurar un acceso adecuado a los servicios de salud.
"Afrontar los cambios asociados con la edad puede ser desafiante, por eso, mantener una actitud positiva tiene un impacto significativo en la salud mental y en la calidad de vida", ha explicado la psicóloga de Blua de Sanitas, Virginia del Palacio.
Tras ello, ha manifestado que contar con apoyo psicológico puede ayudar a gestionar el estrés, la ansiedad o la soledad, y que poner el foco en prácticas de autocuidado y búsqueda de apoyo social puede favorecer una mejor adaptación a esta etapa de la vida.
La práctica de técnicas de relajación, meditación o atención plena pueden ayudar a reducir la tensión y mejorar el bienestar emocional, evitando síntomas de ansiedad, depresión o estrés, que pueden empeorar la calidad de vida de las personas.
La realización de ejercicio físico de forma regular, siempre de forma adaptada a las capacidades de cada uno, puede prevenir la pérdida de masa ósea, reducir el riesgo de caídas y mejorar el equilibrio, además de mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés a través de la liberación de endorfinas.
Del mismo modo, estimular la mente de forma constante mediante la participación en actividades que desafíen el cerebro como leer, resolver crucigramas, aprender nuevos idiomas o tomar clases, puede mejorar las funciones cognitivas y prevenir el deterioro cerebral, fomentando también la concentración, la memoria y la agilidad mental.
El mantenimiento de una dieta equilibrada, que incluya alimentos ricos en nutrientes como las frutas, las verduras, las proteínas magras o los granos enteros, ayudará a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares; asimismo, aportará una mayor energía a la persona y contribuirá a mejorar tanto su digestión como su sistema inmunológico.
Para reducir el riesgo de aislamiento social, la especialista ha recalcado la importancia de fomentar el contacto social, manteniendo relaciones cercanas con familiares y amigos, o participando en actividades comunitarias, lo que brindará apoyo emocional, reforzará la autoestima y aumentará su sentido de pertenencia.