MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, Miryam Piqueras, ha recomendado a las personas mayores que incorporen a su día a día una rutina de calentamiento en la que realicen ejercicios de estiramiento muscular para conservar la flexibilidad y garantizar una mayor movilidad, con el objetivo de prevenir el dolor articular.
Según la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI, por sus siglas en inglés), las enfermedades reumáticas constituyen la primera causa de invalidez permanente y la tercera de incapacidad laboral transitoria. Por ello, es fundamental adoptar medidas preventivas que ayuden a mantener las articulaciones en buen estado.
Así, la especialista de Sanitas ha aconsejado a las personas mayores que lleven a cabo una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas magras para controlar el peso, uno de los factores que incrementan la presión sobre las articulaciones y pueden provocar este tipo de dolor.
Según ha añadido, complementar la dieta con alimentos ricos en ácidos grasos saludables como el aceite de oliva, aguacate, frutos secos o pescados azules es interesante por su potencial antiinflamatorio, así como asegurar el aporte de calcio mediante lácteos y vegetales.
Junto a esto, Piqueras ha resaltado la importancia de practicar ejercicio regular de bajo impacto, como puede ser caminar, nadar o hacer yoga. La actividad física debe realizarse durante un mínimo de dos horas por semana, para evitar el sedentarismo, que empeora el dolor articular. A este respecto, ha sugerido también la realización de ejercicios de resistencia para potenciar los músculos y prevenir lesiones, como puede ser levantar pesas ligeras o usar bandas elásticas.
Igual de importante es mantener una postura adecuada mientras se está sentado, al caminar o al levantar objetos, pues una mala alineación del cuerpo provoca tensión en áreas como la columna, caderas y rodillas, lo que puede originar dolor crónico. En este sentido, ha señalado como beneficioso utilizar sillas ergonómicas y prestar atención a la forma de moverse para esquivar molestias.
Además, Piqueras ha recomendado evitar los movimientos repetitivos a los que obligan tareas que se suelen llevar a cabo a diario, como teclear durante horas sin descanso o realizar labores domésticas como barrer o fregar. Así, ha instado a tomar descansos regulares y variar el tipo de actividades para minimizar el riesgo de inflamación y dolor.
Por último, la directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores ha advertido sobre la relevancia de que los mayores usen un calzado adecuado, que proporcione un buen soporte y amortiguación, y que tenga una suela antideslizante y una buena absorción del impacto. Un zapato de este tipo permite distribuir el peso de manera equitativa, protegiendo las articulaciones de los pies, tobillos y rodillas, a la vez que reduce la tensión mientras se camina, según ha explicado.
"Las molestias o dolor en las articulaciones no solo reducen la actividad de la población mayor, sino que también influyen profundamente en su independencia. Las tareas diarias, como caminar, subir escaleras o vestirse, se vuelven difíciles, lo cual trae consigo una pérdida de autonomía. Por otra parte, esta disminución en la capacidad física suele llevar al aislamiento social, una pérdida de autoestima que puede generar, en muchas ocasiones, momentos de depresión", ha aseverado la jefa del Servicio de Reumatología del Hospital Sanitas CIMA, Violant Poca.