Identifican, gracias al móvil, las personas con mayor riesgo de demencia
MADRID 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la DZNE y de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo (ambas en Alemania) han identificado a personas con mayor riesgo de padecer demencia a partir de datos de movilidad, registrados durante una tarea de orientación con un teléfono inteligente en el campus universitario.
Los resultados, publicados en la revista 'PLOS Digital Health', muestran el potencial de los datos de los teléfonos inteligentes, recopilados en condiciones cercanas a la vida cotidiana, para la detección temprana y el seguimiento de la enfermedad de Alzheimer. En el estudio participaron 72 adultos; aproximadamente un tercio de ellos con deterioro cognitivo subjetivo (DCS), una enfermedad que es un factor de riesgo conocido para la demencia.
La enfermedad de Alzheimer suele desarrollarse sin que nadie se dé cuenta durante años y acaba provocando demencia. Hasta ahora no existe cura. "En la actualidad, el tratamiento del Alzheimer suele ser demasiado tarde para garantizar una terapia eficaz. Incluso los nuevos fármacos con anticuerpos, que tanto se debaten en la actualidad, solo funcionan si se administran en una fase temprana.
Por tanto, debemos poder diagnosticar la enfermedad antes, cuando los síntomas aún son leves. Para ello es necesario avanzar en el diagnóstico", afirma la doctora Anne Maass, jefa de grupo de investigación en el DZNE y profesora invitada en la Universidad de Magdeburgo. Junto con sus colegas, ha probado ahora un nuevo enfoque para evaluar los problemas de navegación espacial, uno de los primeros síntomas potenciales de la enfermedad de Alzheimer.
"Nuestro estudio se basa en una especie de búsqueda del tesoro en la que los participantes tenían que encontrar puntos de interés previamente especificados. Para ello, utilizaban un teléfono inteligente equipado con una aplicación especial que desarrollamos", relata la doctora Nadine Diersch.
La neurocientífica inició el proyecto de investigación en DZNE hace varios años y hoy trabaja en el sector privado, pero sigue asociada a DZNE como investigadora invitada. "Descubrimos que ciertos datos de la aplicación permiten identificar de forma fiable a las personas con un mayor riesgo de demencia", agrega.
"Esto demuestra que las tecnologías digitales, como las aplicaciones móviles, ofrecen posibilidades completamente nuevas para evaluar el funcionamiento cognitivo en condiciones realistas y de bajo umbral --prosigue--. En el futuro, esto puede ayudar a detectar cambios cognitivos sutiles y, por lo tanto, presagios de demencia antes que hoy".
En total, participaron en el estudio 72 mujeres y hombres de entre 20 y 60 años. De los 48 individuos mayores, 23 fueron diagnosticados con enfermedad de células falciformes (ECF). Las personas con esta afección perciben una pérdida de capacidad mental que, sin embargo, no se puede detectar con pruebas neuropsicológicas convencionales.
Estas personas no desarrollan demencia inevitablemente, pero se ha demostrado que tienen un mayor riesgo. A todos los participantes del estudio se les pidió que buscaran de forma independiente varios edificios en el campus médico de la Universidad de Magdeburgo, guiados por la aplicación, mientras se rastreaban sus patrones de movimiento mediante GPS.
"Nuestros participantes tenían conocimientos similares sobre el área del campus y todos tenían experiencia en el uso de teléfonos inteligentes. También practicamos el uso de la aplicación de antemano", explica Jonas Marquardt, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en el grupo de investigación de Anne Maass.
Durante la tarea, que cada participante del estudio debía realizar individualmente, se debían visitar cinco edificios seguidos a lo largo de un recorrido de unos 800 metros. La aplicación hacía las veces de marcapasos: mostraba un mapa con la posición actual y el próximo destino, incluida una foto del mismo. Sin embargo, el mapa desaparecía en cuanto el participante empezaba a caminar.
"Los participantes tenían que memorizar el trazado de las calles, su posición y su destino, y luego seguir su sentido de la orientación y la memoria espacial", describe Marquardt. "Si se perdían, podían pulsar un botón de ayuda en la aplicación. El mapa, su posición y su destino reaparecían brevemente". Los investigadores aprovecharon los datos del GPS para generar perfiles de movilidad individuales y otra información.
En la mayoría de los casos, los participantes alcanzaron los cinco destinos en menos de media hora. "En general, los participantes más jóvenes tuvieron un mejor rendimiento. En promedio, caminaron distancias más cortas y, en general, no utilizaron la función de ayuda con tanta frecuencia como los mayores", afirma Marquardt.
Las diferencias entre los adultos mayores con y sin DCS se reflejaron principalmente en el número de las llamadas paradas de orientación. Jonas Marquardt añade: "Los adultos mayores con DCS se detuvieron brevemente durante la caminata con más frecuencia, probablemente para orientarse, que los adultos mayores sin DCS. De hecho, pudimos identificar a los participantes con DCS en función de este parámetro".
Hasta el momento no está claro por qué las personas con DCS se distinguen en este sentido. "Hemos descubierto que tienden a dudar más en las intersecciones, sobre todo, lo que sugiere que se alteran determinados procesos de toma de decisiones. Sin embargo, los datos aún no son concluyentes", insiste Nadine Diersch. "Sin embargo, los resultados de nuestro estudio son una prueba de concepto prometedora. Demuestran que los datos de los teléfonos inteligentes pueden ayudar a detectar signos sutiles de deterioro cognitivo en contextos realistas".
La científica considera que esto es una oportunidad para la detección temprana y el tratamiento temprano de la demencia: "Me imagino que en el futuro se podrían utilizar aplicaciones de este tipo para identificar a las personas en riesgo y decidir entonces si es necesario realizar más pruebas o iniciar ya la terapia".