MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Alianza másnutridos ha presentado en colaboración con la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) la monografía 'Hacia la desnutrición cero en residencias de ancianos y centros de día', con el objetivo de concienciar sobre la importancia de detectar la desnutrición en la población anciana y minimizar su impacto y prevalencia con la implantación de un protocolo de cuidados generales.
Según datos de la Alianza másnutridos, entidad creada por la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE) y la Fundación Abbott, en la que están integrados 16 organismos y sociedades científicas expertos en desnutrición, la desnutrición relacionada con la enfermedad es uno de los problemas más prevalentes en la población anciana y un factor de riesgo para el desarrollo de dependencia y la presencia de cuadros de comorbilidad, fragilidad y aumento de la mortalidad.
Tal y como han indicado, la desnutrición está infradiagnosticada en este grupo de edad y alcanza el 28,4 por ciento de los ancianos en residencias, el 40 por ciento de los hospitalizados y hasta el 56 por ciento en centros de larga estancia, frente al 7,8 por ciento de las personas ancianas que no están institucionalizadas.
"Es necesario que los profesionales sanitarios e instituciones relacionadas con la atención a pacientes ancianos establezcan un compromiso real de actuación tanto de diagnóstico como de tratamiento inmediato en los pacientes mayores en riesgo de desnutrición o claramente desnutridos" ha afirmado el presidente de la Alianza másnutridos, el doctor Miguel León.
Por su parte, el geriatra especialista en nutrición, miembro del Equipo de Liderazgo de la SEGG y miembro de la Alianza másnutridos, el doctor Federico Cuesta, ha señalado que "el estudio de los aspectos nutricionales es fundamental por los costes que conlleva, tanto directos como indirectos, que incluyen aspectos médicos y de recuperación funcional, sin olvidar los costes asistenciales. Ha valorado este razonamiento como de gran interés a la hora de sensibilizar a todos los profesionales sanitarios, y ha afirmado que forma parte de la estrategia nacional contra la desnutrición relacionada con la enfermedad.
MEDIR, EVALUAR Y ACTUAR
Tal y como han apuntado los expertos, los ancianos institucionalizados en residencias o en centros de día presentan un mayor grado de dependencia y un peor estado nutricional que los ancianos que viven en la comunidad, y esta vulnerabilidad motiva con más frecuencia su atención en los servicios de Urgencias o el ingreso hospitalario. Así, los expertos estiman que alrededor de la tercera parte de ellos son derivados al menos, una vez al año, a urgencias requiriendo ingreso hasta en la mitad de los casos.
En este contexto, han explicado, se hace imprescindible detectar la situación de riesgo nutricional partiendo de la sensibilización y formación de los profesionales y el establecimiento, de forma universal y obligatoria en todos los centros residenciales, del cribado nutricional, permitirá identificar a los pacientes con déficit nutricional e iniciar una evaluación nutricional completa para poder establecer el diagnóstico, clasificar la gravedad de la desnutrición y definir un plan terapéutico.
"Los profesionales de salud implicados en la atención directa del paciente deben realizar el cribado periódicamente, coincidiendo con el Plan de Atención Individualizada (PAI) semestral y proceder a registrar el cribado en la historia clínica del paciente para promover protocolos de actuación, monitorizar los cuidados y evaluar los resultados en salud" ha señalado el presidente de la Alianza másnutridos.
En opinión del doctor Federico Cuesta, estas cifras son el fundamento para implementar una sistemática en el abordaje de la desnutrición. "Básicamente, se recomienda realizar un despistaje de desnutrición en el que se detecta a los sujetos en riesgo, con el objeto de realizar una valoración nutricional más profunda con el objetivo de detectar las causas, punto de partida para plantear una intervención nutricional", ha detallado.
Asimismo, el Cuaderno monográfico de la Alianza másnutridos sugiere la implantación de un protocolo de cuidados nutricionales general en los centros que incluya la fijación de objetivos de ganancia de peso y realizar un seguimiento individualizado cada 7 o 15 días. De esta forma, han asegurado, los profesionales sanitarios implicados en el seguimiento de los mayores institucionalizados contarán con toda la información necesaria para realizar recomendaciones dietéticas de enriquecimiento de la dieta o sobre el uso de suplementos nutricionales orales.
