Hombres mayores
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Actualizado: miércoles, 23 noviembre 2016 14:55

MADRID 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una nueva tecnología de ultrasonidos ha demostrado su potencial para tratar de forma no invasiva el temblor esencial que afecta al 5 por ciento de los mayores de 65 años, para el que hasta ahora las únicas alternativas terapéuticas disponibles eran el tratamiento farmacológico o la cirugía según su gravedad.

El Hospital Universitario Puerta del Sur de Móstoles (Madrid) y el centro médico ResoFUS Alomar de Barcelona han presentado durante la LXVIII reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN) celebrada en Valencia los resultados obtenidos tras realizar más de un centenar de tratamientos con esta técnica.

Denominada 'MRgFUS' (Ultrasonidos focalizados de alta energía guiada por resonancia magnética), la terapia permite poder realizar intervenciones no invasivas en el cerebro para tratar este trastorno neurológico incapacitante que causa temblores en extremidades y cuello principalmente.

La técnica, que ha sido desarrollada por la empresa Insightec y utiliza la resonancia magnética de GE Healthcare, no emite radiaciones ionizantes y permite poder realizar intervenciones terapéuticas cerebrales actuando sobre los centros nerviosos funcionales profundos situados en el cerebro sin tener que recurrir al bisturí.

El sistema permite poder realizar talamotomías (tratamiento de lesiones de una pequeña área en el tálamo) no invasivas sin necesidad de abrir el cráneo.

Según el director del Centro Integral de Neurociencias-HM CINAC perteneciente al hospital Puerta del Sur, José Obeso, hasta la aparición de esta tecnología el temblor esencial sólo podía combatirse con fármacos o intervenciones que suponían el uso de la cirugía convencional (talamotomía) con trepanación para poder acceder al cerebro, o bien con la implantación de electrodos de estimulación cerebral profunda.

Por ello, ha añadido Jordi Rumià, del centro médico ResoFUS Alomar, gracias a este sistema pueden realizarse intervenciones no invasivas que, "tras cuatro horas y con el paciente despierto, resultan en una mejoría inmediata, que le va a permitir realizar vida normal en dos o tres días".

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