MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han desarrollado una nueva herramienta que permite crear células auditivas perdidas por el envejecimiento a partir del descubrimiento de un gen, lo que permite producir células ciliadas del oído interno o externo, según publican los investigadores en la revista 'Nature'.
La pérdida de audición debida al envejecimiento, el ruido y ciertos fármacos para la terapia del cáncer y los antibióticos ha sido irreversible porque los científicos no han podido reprogramar las células existentes para que se conviertan en las células sensoriales del oído externo e interno, esenciales para la audición, una vez que mueren.
Pero científicos de Northwestern Medicine, de la Universidad Northwestern (Estados Unidos), han descubierto un único gen maestro que programa las células ciliadas del oído para que se conviertan en externas o internas, superando un importante obstáculo que había impedido el desarrollo de estas células para recuperar la audición.
"Nuestro hallazgo nos proporciona el primer cambio celular claro para fabricar un tipo frente al otro --afirma el autor principal del estudio, Jaime García-Añoveros, profesor de anestesia, neurología y neurociencia de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern--. "Proporcionará una herramienta no disponible hasta ahora para fabricar una célula ciliada interna o externa. Hemos superado un obstáculo importante", asegura.
Actualmente, los científicos pueden producir una célula ciliada artificial, pero no se diferencia en una célula interna o externa, que proporcionan diferentes funciones esenciales para producir la audición. El descubrimiento es un paso importante hacia el desarrollo de estas células específicas.
La muerte de las células ciliadas externas de la cóclea es la causa más frecuente de la sordera y la pérdida de audición. Las células se desarrollan en el embrión y no se reproducen. Las células ciliadas externas se expanden y contraen en respuesta a la presión de las ondas sonoras y amplifican el sonido para las células ciliadas internas. Las células internas transmiten esas vibraciones a las neuronas para crear los sonidos que oímos.
"Es como un ballet --explica García-Añoveros con asombro al describir el movimiento coordinado de las células internas y externas--. Las externas se agachan y saltan y elevan las internas hacia el interior del oído".
"El oído es un órgano precioso --prosigue--. No hay ningún otro órgano en un mamífero en el que las células estén colocadas con tanta precisión, es decir, con precisión micrométrica. Si no, no se produce la audición".
El interruptor del gen maestro que los científicos de Northwestern descubrieron que programa las células ciliadas del oído es el TBX2. Cuando el gen se expresa, la célula se convierte en una célula ciliada interna. Cuando el gen se bloquea, la célula se convierte en una célula ciliada externa.
La capacidad de producir una de estas células requerirá un cóctel de genes, resalta García-Añoveros. Los genes ATOH1 y GF1 son necesarios para crear una célula ciliada coclear a partir de una célula no ciliada. A continuación, el TBX2 se activaría o desactivaría para producir la célula interna o externa necesaria.
El objetivo sería reprogramar las células de sostén, que se encuentran entre las células ciliadas y les proporcionan apoyo estructural, para convertirlas en células ciliadas externas o internas.
"Ahora podemos averiguar cómo fabricar específicamente células ciliadas internas o externas e identificar por qué las últimas son más propensas a morir y causar sordera", subraya García-Añoveros, que puntualiza que esta investigación está aún en fase experimental.