MADRID, 22 Dic. (EDIZIONES) -
Se estima que una de cada cinco personas mayores de 65 años pasará la Navidad en soledad, bien porque no mantienen contacto con sus familiares o porque no los tienen. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se alerta de que la soledad es una de las causas principales del deterioro de la salud en personas mayores. Por eso, no dejarlos solos y acompañarlos al máximo es fundamental para no acelerar su deterioro.
"El contar con la ayuda de un cuidador que se encargue de ofrecer los cuidados precisos a estas personas mayores en estos días tan señalados es una muy buena opción. La Navidad requiere afecto y atención, y cubrir esa necesidad les ayuda enormemente", señalan desde Familiados.
En concreto, casi 2 millones de personas mayores viven solas en España, según la Encuesta Continua de Hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística; de ellas, el 71,9% son mujeres. Además, 6 de cada 10 personas mayores que viven solas reconocen sentir soledad, según datos del estudio CIS-Imserso.
Asimismo, aumenta significativamente el número de mujeres muy mayores, de 85-90 o más años, que viven solas. Así, casi la mitad de las mujeres con más de 85 años vive sola (el 41,3%), mientras que solo el 21,9% de los hombres de estas edades viven solos, según recoge la Fundación Amigos de los Mayores, ONG que lucha contra la soledad no deseada y el aislamiento de las personas mayores.
El coordinador de Comunicación y Fundraising, José Ángel Palacios, recuerda a Infosalus que hoy en día cuando alguien se jubila a los 65 tiene por delante 20 o 30 años de vida activa y de una calidad de vida razonable, con ganas de continuar su proyecto de vida.
No obstante, con el paso del tiempo y por culpa de la enfermedad, o de la vida tan ajetreada que llevamos se les deja de la mano y pasan mucho tiempo en soledad, una situación que les genera gran angustia y, en muchos casos, depresión.
Es más, destaca que la soledad puede ser un agravante de otras circunstancias por las que atraviesa una persona mayor. "La soledad es un factor de riesgo para muchos problemas de salud en las personas mayores. Estos se pueden agravar. Existe una pérdida de movilidad. Los mayores se van recluyendo en sus hogares, lo que también supone un factor de riesgo de deterioro cognitivo, de demencias, de depresión, de falta de autoestima, de enfermedades cardiovasculares, de deterioro del sistema inmunológico y de mortalidad temprana", recita el experto.
Palacios señala en este sentido que cuando se dan esas situaciones de soledad en las personas mayores durante Navidad, éstas no representan un momento puntal sino que son síntoma de que a lo largo del año estas personas ya están por desgracia en una situación de soledad no deseada.
Por eso, se insiste desde la Fundación Amigos de los Mayores en prevenir y paliar la soledad de las personas mayores los 365 días. Aunque actúan todo el año, en Navidad refuerzan sus actividades de socialización y por ejemplo celebran varias fiestas de donde todas las personas mayores y voluntarios comparten un día juntos de fiesta.
Desde Familiados, ven fundamental que salgan de casa todos los días, aunque les cueste, así como a animarles especialmente a desarrollar actividades de ocio. "El hecho de salir a dar un paseo, ver el alumbrado navideño, tomar un café en una cafetería o conversar con alguien es una forma de ocio asequible para todos los bolsillos y que les hará salir de la soledad de sus casas. De esta manera lograremos distraerles por unas horas", celebran.
La Fundación Amigos de los Mayores trabaja por que el voluntario acompañe a una persona mayor en esta situación de soledad, al menos dos horas semanales, como mínimo, para hacer lo que les apetezca, desde charlar, hasta dar un paseo o tomar un café, por ejemplo; entre otras actividades.