MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La pérdida auditiva durante la vejez, aunque puede producirse a partir de lo 50 años, aumenta el riesgo de depresión, deterioro cognitivo o aislamiento social, tal y como ha informado el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, David Curto.
"No hay ninguna causa única conocida para la presbiacusia relacionada con la edad. Con mucha frecuencia, se debe a cambios en el oído interno a medida que se envejece. Sin embargo, los genes y ruidos fuertes pueden influir", ha explicado, para comentar que entre los factores que predisponen se encuentran los antecedentes familiares y la exposición repetitiva a ruidos fuertes pero también el tabaquismo, afecciones como la diabetes o ciertos medicamentos.
Dicho esto, Curto ha avisado de que en ciertas ocasiones los casos se complican porque se suman otros problemas auditivos propios del envejecimiento como los tinnitus o acúfenos, es decir, la presencia de ruidos y sonidos que se generan en el propio oído.
Ante esto, ha destacado la importancia de acudir a un especialista para evaluar la pérdida auditiva en el caso de tener dificultades para escuchar por teléfono, no seguir correctamente la conversación si están hablando dos o más personas al mismo tiempo, el ruido de fondo mitiga la voz de la persona con la que se habla, oír muy bajo a otras personas o tener la impresión de que no modulan, no entender lo que le dicen una mujer o un niño y se distorsionan los sonidos.
"Al estar asociada al envejecimiento, no existe cura para la presbiacusia y el tratamiento se dirige a mejorar el desempeño diario, en ocasiones con la ayuda de recursos externos como el uso de audífonos", ha zanjado.