MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores del Institute for Systems Biology (ISB) han identificado firmas distintas en el microbioma intestinal que están asociadas con trayectorias de envejecimiento saludables o no saludables, que a su vez predicen la supervivencia en personas mayores, según publican en la revista 'Nature Metabolism'.
El equipo de investigación analizó el microbioma intestinal, los datos fenotípicos y clínicos de más de 9.000 personas, entre las edades de 18 y 101 años, en tres cohortes independientes. El equipo se centró, en particular, en datos longitudinales de una cohorte de más de 900 personas mayores que viven en la comunidad (78-98 años), lo que les permitió realizar un seguimiento de los resultados de salud y supervivencia.
Los datos mostraron que los microbiomas intestinales se volvieron cada vez más únicos (es decir, cada vez más divergentes de otros) a medida que los individuos envejecían, comenzando en la edad adulta media o tardía, lo que se correspondía con una disminución constante en la abundancia de géneros bacterianos centrales (por ejemplo, Bacteroides) que tienden a ser compartida entre humanos.
Sorprendentemente, mientras que los microbiomas se volvieron cada vez más únicos para cada individuo en un envejecimiento saludable, las funciones metabólicas que los microbiomas estaban llevando a cabo compartían rasgos comunes.
Esta firma de singularidad intestinal estaba altamente correlacionada con varios metabolitos derivados de microbios en el plasma sanguíneo, incluido uno, indol derivado del triptófano, que se ha demostrado anteriormente que prolonga la vida útil en ratones.
Los niveles en sangre de otro metabolito, la fenilacetilglutamina, mostraron la asociación más fuerte con la singularidad, y trabajos anteriores han demostrado que este metabolito está muy elevado en la sangre de los centenarios.
"Esta firma de singularidad puede predecir la supervivencia del paciente en las últimas décadas de la vida --destaca el doctor Tomasz Wilmanski, científico investigador de ISB, que dirigió el estudio--. Los individuos sanos alrededor de los 80 años de edad mostraron una deriva microbiana continua hacia un estado de composición único, pero esta deriva estuvo ausente en individuos menos sanos".
"Curiosamente, este patrón de singularidad parece comenzar en la mediana edad, entre los 40 y los 50 años, y está asociado con una clara firma metabolómica sanguínea, lo que sugiere que estos cambios en el microbioma pueden no ser simplemente un diagnóstico de un envejecimiento saludable, sino que también pueden contribuir directamente a la salud a medida que envejecemos", dijo Wilmanski.
Por ejemplo, se sabe que los indoles reducen la inflamación en el intestino y se cree que la inflamación crónica es un factor importante en la progresión de las morbilidades relacionadas con el envejecimiento.
"Los resultados anteriores en la investigación del envejecimiento de los microbiomas parecen inconsistentes, con algunos informes que muestran una disminución en los géneros intestinales centrales en las poblaciones centenarias, mientras que otros muestran una estabilidad relativa del microbioma hasta el inicio de la disminución de la salud relacionada con el envejecimiento", añade el doctor Sean Gibbons, coautor correspondiente del artículo.
"Nuestro trabajo, que es el primero en incorporar un análisis detallado de la salud y la supervivencia, puede resolver estas inconsistencias --prosigue--. Específicamente, mostramos dos trayectorias de envejecimiento distintas: por un lado, una disminución en los microbios centrales y un aumento en la singularidad de individuos más sanos, consistente con resultados previos en centenarios residentes en la comunidad, y, por otro, el mantenimiento de microbios centrales en individuos menos sanos".
Este análisis destaca el hecho de que el microbioma intestinal adulto continúa desarrollándose con la edad avanzada en individuos sanos, pero no en los no saludables, y que las composiciones de microbioma asociadas con la salud en la edad adulta temprana o media pueden no ser compatibles con la salud en la edad adulta tardía.
"Este es un trabajo emocionante que creemos que tendrá importantes implicaciones clínicas para controlar y modificar la salud del microbioma intestinal a lo largo de la vida de una persona", señala el profesor del ISB, el doctor Nathan Price, coautor correspondiente del artículo.