MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de la demencia está disminuyendo entre las personas mayores de 65 años, cayendo 3,7 puntos porcentuales desde el año 2000 hasta el 2016, según un nuevo estudio realizado en Estados Unidos por RAND Corporation y publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
La prevalencia ajustada por edad de la demencia se redujo del 12,2% de las personas mayores de 65 años en 2000 al 8,5% de las personas mayores de 65 años en 2016, lo que supone un descenso de casi un tercio respecto al nivel de 2000. La prevalencia de la demencia disminuyó a lo largo de todo el periodo, pero el ritmo de descenso fue más rápido entre 2000 y 2004.
Según señalan los autores, cada vez hay más pruebas de que la prevalencia de la demencia ajustada a la edad ha ido disminuyendo en los países desarrollados, posiblemente debido al aumento de los niveles de educación, a la reducción del tabaquismo y a un mejor tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular clave, como la hipertensión arterial.
Explican que cualquier cambio en estas tasas específicas por edad tiene importantes implicaciones para la prevalencia proyectada y los costes asociados, como los pagos por cuidados de enfermería por parte de los hogares, las compañías de seguros y el gobierno.
Las diferencias en la prevalencia de la demencia entre los hombres negros y los blancos en el estudio se redujeron, ya que disminuyó en 7,3 puntos porcentuales entre los hombres negros en comparación con 2,7 puntos porcentuales entre los hombres blancos.
"Las razones del descenso de la prevalencia de la demencia no son seguras, pero esta tendencia es una buena noticia para los estadounidenses de edad avanzada y los sistemas que los apoyan", señala Péter Hudomiet, autor principal del estudio y economista de RAND, una organización de investigación sin ánimo de lucro.
"Este descenso puede ayudar a reducir la presión prevista sobre las familias, las residencias de ancianos y otros sistemas de apoyo a medida que la población estadounidense envejece", añade.
La prevalencia de la demencia fue mayor entre las mujeres que entre los hombres durante todo el periodo, pero la diferencia se redujo entre 2000 y 2016. Entre los hombres, la prevalencia de la demencia disminuyó en 3,2 puntos porcentuales, del 10,2% al 7,0%. El descenso fue mayor entre las mujeres: 3,9 puntos porcentuales, del 13,6% al 9,7%.
En 2021, unos 6,2 millones de adultos estadounidenses de 65 años o más vivían con demencia. Dado que la edad es el factor de riesgo más fuerte para la demencia, se ha predicho que el aumento de la esperanza de vida aumentará sustancialmente la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas, de unos 50 millones a 150 millones en todo el mundo para el año 2050.
El nuevo estudio de RAND emplea un modelo novedoso para evaluar el estado cognitivo basado en un amplio conjunto de medidas cognitivas obtenidas de más de 21.000 personas que participan en el Estudio Nacional de Salud y Jubilación, una gran encuesta representativa de la población que se ha realizado durante más de dos décadas.
El modelo aumenta la precisión de la clasificación de la demencia al utilizar la dimensión longitudinal de los datos. Es importante para el estudio de la desigualdad que el modelo se construya para asegurar que la clasificación de la demencia se calibra dentro de los subgrupos de población y, por lo tanto, está equipado para producir estimaciones precisas de la prevalencia de la demencia por edad, sexo, educación, raza y etnia, y por una medida de los ingresos de toda la vida.
El estudio RAND descubrió que la educación era un factor importante que contribuía, en sentido estadístico, a la reducción de la demencia, explicando aproximadamente el 40% de la reducción de la prevalencia de la demencia entre los hombres y el 20% de la reducción entre las mujeres.
La fracción de hombres con educación universitaria en el estudio aumentó del 21,5% en 2000 al 33,7% en 2016, y la fracción de mujeres con educación universitaria aumentó del 12,3% al 23% durante este período.
Las tendencias en el nivel de educación difieren entre los grupos demográficos, lo que puede afectar a las desigualdades en la demencia en el futuro. Por ejemplo, mientras que las mujeres han tenido tradicionalmente niveles de educación más bajos que los hombres, entre las generaciones más jóvenes, las mujeres tienen más educación.
Aunque los grupos raciales y étnicos minoritarios siguen teniendo niveles educativos más bajos que los individuos blancos no hispanos, las diferencias entre los grupos raciales y étnicos se han reducido.
"Cerrar la brecha educativa entre los grupos raciales y étnicos puede ser una poderosa herramienta para reducir las desigualdades en materia de salud en general y de demencia en particular, un importante objetivo de política de salud pública", sugiere Hudomiet.
La prevalencia ajustada por edad de la demencia tendió a ser mayor entre los individuos de minorías raciales y étnicas, tanto entre los hombres como entre las mujeres. Sin embargo, entre los hombres, la diferencia en la prevalencia entre individuos negros y blancos no hispanos se redujo, mientras que se mantuvo estable entre las mujeres. Entre los hombres blancos no hispanos, la prevalencia de la demencia disminuyó del 9,3% al 6,6%. Entre los hombres negros no hispanos, la tasa se redujo del 17,2% al 9,9%.