MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Sanitas Mayores han abordado el frecuente edadismo condescendiente al que se somete a las personas mayores, es decir, su infantilización mediante actitudes paternalistas, y han reclamado que se les dé voz y reconocimiento para fomentar su autonomía y mejorar su bienestar.
"Es necesario cambiar la percepción social del envejecimiento y entender que la edad no disminuye la capacidad de aprendizaje ni la toma de decisiones. Las personas mayores siguen siendo protagonistas de su propia vida y es fundamental darles voz y reconocimiento en todos los ámbitos", ha destacado la directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, Miryam Piqueras.
Esto cobra especial relevancia en un contexto social en el que la esperanza de vida va en aumento y en el que, por tanto, hay cada vez una mayor población envejecida, que en la actualidad se encuentra en España en el 20,4 por ciento del total, y que se prevé que alcance el 30,5 por ciento para 2055.
Así, para promover unas interacciones sociales adecuadas con las personas mayores y evitar la infantilización, se debe eludir en primer lugar el uso de un lenguaje inapropiado o un tono excesivamente protector. "Palabras como 'cariño' o 'campeón' pueden percibirse como condescendientes si no hay un vínculo afectivo previo", ha advertido Piqueras.
En las conversaciones, también se les debe permitir expresar sus ideas sin intervenir en su discurso, ya que lo contrario puede llevarles a pensar que no son capaces de comunicarse por sí mismos, aminorando su confianza y participación social.
En el mismo sentido, en vez de hablarles más alto o más despacio de manera automática, es recomendable preguntar cómo prefieren que se les hable. Por ejemplo, algunas personas pueden tener pérdida auditiva, pero otras no necesitan ajustes, y asumirlo puede resultar molesto o desmotivador.
OTORGARLES PODER DE DECISIÓN
Otras recomendaciones transmitidas por los especialistas van enfocadas a la práctica de actividades compartidas, en las que la persona mayor debe contar con poder de decisión sobre aquellas que le interesan. Imponer actividades consideradas adecuadas para su edad puede llevar a que se sientan encasillados y sin opciones de explorar nuevos intereses, según han precisado.
A este respecto, se debe fomentar su participación en las deciciones diarias, tanto en el hogar como en los centros residenciales, para que sean ellos quienes elijan cómo quieren vivir, qué actividades desean realizar o cuáles son sus preferencias alimenticias, lo que fortalece su sentido de control y bienestar emocional.
En las conversaciones, también se les debe permitir expresar sus ideas sin intervenir en su discurso, ya que lo contrario puede llevarles a pensar que no son capaces de comunicarse por sí mismos, aminorando su confianza y participación social.
En el mismo sentido, en vez de hablarles más alto o más despacio de manera automática, es recomendable preguntar cómo prefieren que se les hable. Por ejemplo, algunas personas pueden tener pérdida auditiva, pero otras no necesitan ajustes, y asumirlo puede resultar molesto o desmotivador.
Igualmente, han recomendado tratarles como individuos con conocimientos propios, dada su experiencia y vivencias únicas acumuladas, y reconocer y valorar lo que pueden aportar.
"Aplicando estas pautas en el día a día, nos aseguraremos de fomentar la participación activa de los mayores, lo cual trae consigo beneficios cognitivos y emocionales significativos. Al sentirse valorados y escuchados, se mitigan los niveles de estrés y ansiedad, mejorando así su memoria y la capacidad de toma de decisiones. Asimismo, mantener interacciones sociales donde puedan compartir su opinión y experiencias potencia su autoestima, y es un factor protector frente al deterioro cognitivo", ha señalado la psicóloga Andrea Trujillo, de Blua de Sanitas.
