Las roturas musculares en mayores aumentan en las últimas décadas por una mayor longevidad y el envejecimiento activo

Archivo - Pesonas mayores haciendo estiramientos.
Archivo - Pesonas mayores haciendo estiramientos. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / AJA KOSKA - Archivo
Publicado: martes, 18 marzo 2025 13:02

MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las roturas musculares en pacientes mayores han ido aumentando en las últimas décadas, una situación que se debe a una mayor longevidad y al envejecimiento activo de estas personas, tal y como ha apuntado el radiólogo musculoesquelético del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, el doctor Javier Fernández Jara.

El especialista, perteneciente a la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), ha explicado que que las personas mayores son más activas que en el pasado, y su participación en actividades recreativas y deportivas pueden llevarles a sufrir este tipo de lesiones.

A medida que aumenta la edad disminuye igualmente la elasticidad y la resistencia del tejido muscular y tendinoso, y la aparición de comorbilidades como la sarcopenia, la diabetes o los trastornos vasculares pueden predisponer a roturas; algunos medicamentos comunes en mayores, como corticoides o estatinas, pueden aumentar la susceptibilidad muscular.

"Es importante tener un buen tono muscular conforme envejecemos porque mantener un buen tono muscular protege las articulaciones, ya que los músculos actúan como estabilizadores dinámicos que absorben y distribuyen las cargas mecánicas durante el movimiento. La debilidad muscular contribuye a la inestabilidad articular, lo que aumenta el estrés sobre el cartílago y los tejidos circundantes, favoreciendo el desarrollo y progresión de la artrosis", ha afirmado el doctor Jara.

En ese sentido, ha resaltado que el fortalecimiento de la musculatura "no solo mejora" la estabilidad articular, sino que también "previene" el daño acumulativo, promoviendo una mayor funcionalidad y calidad de vida.

El incremento de los diagnósticos de roturas musculares también tiene que ver con los avances en técnicas de imagen, como la resonancia magnética o el ultrasonido de alta resolución, que han mejorado "significativamente" la capacidad para diagnosticar roturas musculares que antes podrían haber pasado desapercibidos o haberse atribuido a "dolores musculares inespecíficos".

El experto ha subrayado que la radiología "juega un papel fundamental" en el manejo de las roturas musculares en pacientes mayores, tanto a la hora del diagnóstico como durante el seguimiento, y que herramientas como el ultrasonido permiten evaluar lesiones musculares en tiempo real, siendo la primera prueba que se realiza ante la sospecha de roturas musculares.

Las resonancias magnéticas son el "estándar de oro" para evaluar estas lesiones, pues proporcionan información detallada sobre la localización, la extensión del daño y la afectación de tejidos adyacentes, además de tener un "alto valor predictivo negativo".

La labor del radiólogo posibilita la evaluación de factores asociados con la identificación de comorbilidades musculares, como la atrofia grasa o alteraciones tendinosas o del tejido conectivo, que influyen en el pronóstico.

Asimismo, funciona como guía en tratamientos intervencionistas, como aquellos procedimientos guiados por imagen (infiltraciones o drenajes), que son "esenciales" para el manejo del dolor y la recuperación funcional en estos pacientes.

Esta especialidad también se encarga del seguimiento y el pronóstico, ya que las imágenes permiten evaluar la evolución de la lesión y adaptaciones musculares, lo que ayuda a diseñar estrategias de rehabilitación personalizadas.

"También es importante destacar la importancia de la colaboración multidisciplinaria (radiólogos, fisioterapeutas y médicos rehabilitadores), para optimizar los resultados en estos pacientes", ha añadido.

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