MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un último estudio sobre la terapia hormonal y la enfermedad de Alzheimer no muestra relación alguna entre tomar los medicamentos y el desarrollo o no de la enfermedad años más tarde, como se informa en un artículo publicado en la edición digital de este miércoles de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Algunas investigaciones anteriores han demostrado que la terapia hormonal puede elevar el riesgo de la patología neurológica, mientras que otras han demostrado que puede reducir el riesgo.
"Aunque las mujeres todavía deben analizar con sus médicos acerca de los riesgos y beneficios de tomar hormonoterapia durante la menopausia, este estudio no proporciona pruebas sólidas de que la terapia hormonal pueda proteger a las mujeres de la enfermedad de Alzheimer", afirma la autora del estudio, Bushra Imtiaz, de la Universidad de Finlandia Oriental, en Kuopio.
Para el estudio, se envió por correo a todas las mujeres de 47 a 56 años que vivían en la provincia de Kuopio, en Finlandia, cuestionarios cada cinco años desde 1989 hasta 2009. Fueron ellas las que aportaron información sobre el uso de la terapia hormonal, que también estaba disponible en un registro finlandés a partir de 1995. Para tener datos sobre el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, los autores se basaron en un registro.
De las 8.195 mujeres que fueron seguidas para su evaluación completa durante 20 años, 4.401 informaron de usar terapia hormonal y un total de 227 mujeres desarrollaron la enfermedad de Alzheimer durante el estudio. El uso de la terapia hormonal después de la menopausia no se asoció con el riesgo de Alzheimer, una conclusión extraída tanto tras analizar la información que aportaron las mujeres como los datos del registro.
Cuando los autores sólo miraron a las mujeres que informaron que habían usado la terapia hormonal durante más de diez años, encontraron un riesgo reducido de la enfermedad de Alzheimer en comparación con las mujeres que no usaron la terapia hormonal. Sin embargo, el resultado no fue tan fuerte cuando los científicos examinaron el uso de hormonas y cualquier tipo de demencia.
Cuando los investigadores observaron a las mujeres que usaron terapia hormonal durante más de diez años basándose en los datos del registro, no encontraron ningún riesgo reducido de enfermedad de Alzheimer. Imtiaz plantea como una posible explicación para los diferentes resultados el periodo de tiempo diferente de los datos aportados por las participantes y los datos del registro.
Imtiaz dice que las limitaciones del estudio son que como parte de la información fue aportada por las participantes, éstas pueden no recordar la información con precisión y que los investigadores no podían controlar los resultados en las personas que tenían una predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer.