MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores del University College de Londres ha arrojado resultados sorprendentes sobre la relación entre el envejecimiento y la memoria en personas con rasgos autistas. Los hallazgos, publicados en The Gerontologist, podrían cambiar la forma en que entendemos el impacto del envejecimiento en la cognición de este grupo.
El autismo, un trastorno del desarrollo neurológico, se caracteriza por diferencias en la comunicación social y patrones repetitivos de comportamiento. Ha existido preocupación sobre si las personas autistas podrían estar en mayor riesgo de demencia, pero los estudios previos no han ofrecido conclusiones claras debido a la dificultad de diagnosticar el autismo en personas mayores.
La demencia implica un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, principalmente la memoria y el pensamiento. Aunque algunos estudios han sugerido que las personas autistas podrían tener más riesgo de demencia, este estudio, al no encontrar diferencias en la memoria de trabajo espacial entre autistas y neurotípicos, sugiere que el autismo no incrementa el riesgo de deterioro cognitivo en este aspecto específico.
IMPACTO DEL AUTISMO EN EL DETERIORO COGNITIVO RELACIONADO CON LA EDAD
Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la University College de Londres (Reino Unido), publicado en 'The Gerontologist', es el primero que explora la tasa de deterioro relacionada con la edad en la memoria de trabajo espacial en personas mayores que pueden ser autistas.
La memoria de trabajo espacial ayuda a recordar y utilizar información sobre la ubicación y la disposición de las cosas. Se suele utilizar para tareas que implican navegar por espacios u organizar objetos. A medida que las personas envejecen, la memoria de trabajo espacial puede volverse menos efectiva, lo que constituye un ejemplo de deterioro cognitivo. Este deterioro puede ser parte del envejecimiento normal, pero también puede ser más pronunciado en enfermedades como la enfermedad de Alzheimer.
La memoria de trabajo espacial también puede verse afectada en personas autistas, especialmente en tareas que implican recordar y organizar información visual. Por ello, se ha debatido si el autismo puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y, por consiguiente, de demencia en el futuro.
No hay diferencias a lo largo del tiempo en la memoria de trabajo espacial de las personas mayores que tienen rasgos autistas y las que son neurotípicas, según el estudio.
RESULTADOS DEL ESTUDIO Y SU IMPLICACIÓN EN EL RIESGO DE DEMENCIA EN PERSONAS AUTISTAS
Para el nuevo estudio, el equipo de investigación utilizó datos de 10.060 personas mayores de 50 años en el Reino Unido que habían sido evaluadas por tener rasgos autistas (como dificultad con la comunicación e interacción social y comportamientos o intereses restringidos o repetitivos) del estudio PROTECT. De esta forma, descubrieron que el 1,5% de la cohorte tenía altos niveles de rasgos autistas y podría ser autista, lo que es comparable a las estimaciones de prevalencia del autismo en la población general.
El equipo analizó estos datos utilizando un método llamado modelado de mezcla de crecimiento para ver cómo cambiaba la memoria de trabajo espacial de los participantes durante un período de siete años. Los resultados del estudio mostraron que la mayoría de las personas, independientemente de si presentaban o no altos niveles de rasgos autistas, mantuvieron su capacidad cognitiva a lo largo del tiempo. Esto sugiere que las personas autistas no eran más propensas a experimentar deterioro cognitivo en este aspecto.
El autor correspondiente, el profesor Joshua Stott (Psicología y Ciencias del Lenguaje de la UCL), declara: "El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico asociado con diferencias en la comunicación social y patrones repetitivos de comportamientos sensoriomotores".
Se sabe que las personas autistas a menudo también presentan diferencias cognitivas en comparación con las personas sin autismo. En vista de esto y del enfoque global actual de la Organización Mundial de la Salud en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia, ha habido un considerable interés en determinar si padecer un trastorno del desarrollo neurológico como el autismo puede afectar el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad y, potencialmente, demencia.
"Nuestro trabajo no respalda ninguna diferencia entre las personas autistas y las personas neurotípicas en términos de mayor riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad. Si bien existen limitaciones y se necesitan más estudios que analicen directamente otros aspectos del deterioro cognitivo y el riesgo de demencia en la comunidad en lugar de muestras de registros médicos, esta investigación proporciona evidencia útil que, con suerte, puede ayudar a tranquilizar a las personas autistas sobre este tema preocupante".
Investigaciones anteriores han indicado que puede haber tasas más altas de demencia en adultos mayores con autismo. Sin embargo, estos estudios, que analizan los registros sanitarios, se ven obstaculizados por la muy baja tasa de diagnóstico de autismo en personas mayores (alrededor de uno de cada nueve adultos mayores de 50 años son diagnosticados en el Reino Unido), lo que significa que solo analizan una submuestra muy particular y pequeña de personas autistas, que probablemente tienen más dificultades de atención médica y, en consecuencia, corren un mayor riesgo de demencia que las personas autistas en general.
CONCLUSIONES Y FUTURAS INVESTIGACIONES SOBRE EL AUTISMO Y EL DETERIORO COGNITIVO
Mientras tanto, otros estudios que apoyan la teoría de que el autismo no tiene ningún efecto extra sobre el deterioro cognitivo anteriormente sólo habían analizado si las personas autistas difieren en cognición de las personas no autistas (neurotípicas) en un único punto temporal, en lugar de rastrear los cambios a lo largo del tiempo.
Estudios futuros deberían evaluar a las personas durante más tiempo e incluir un rango de edad más amplio para comprender mejor los cambios en la memoria. Estos hallazgos también deben replicarse en muestras que cumplan los criterios de diagnóstico de autismo.
En cuanto a las limitaciones de este trabajo, cabe destacar que sólo incluyó a personas que podían usar una computadora e Internet, por lo que podría no representar a todos los adultos mayores en el Reino Unido. Mientras tanto, la prueba de rasgos autistas se centró principalmente en cuestiones sociales y de comunicación, no en otros comportamientos relacionados con el autismo, que podrían afectar los resultados. Además, la mayoría de los participantes eran blancos, por lo que los resultados podrían no aplicarse a personas de otros orígenes étnicos.