MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Tres de cada cuatro casos de ictus se producen en personas mayores de 65 años, tal y como ha informado el presidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), Álvaro Casas, durante una jornada organizada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Ramón y Cajal, con la colaboración de la Alianza BMS-Pfizer.
Por este motivo, el doctor ha destacado la importancia de realizar un seguimiento "adecuado" a la población mayor, así como poner a su disposición tratamientos acordes a sus necesidades.
En este sentido, el jefe de su servicio de Neurología del Hospital Ramón y Cajal, Jaime Masjuan, ha informado de que la Unidad de Ictus del centro hospitalario, pionero en el abordaje multidisciplinar de este evento cerebrovascular, ya ha atendido a unos 6.500 pacientes desde su apertura en octubre de 2006.
"La creación de esta unidades ha permitido que el pronóstico del ictus en la última década haya mejorado como ningún otro proceso, situando la tasa de pacientes sin secuelas o secuelas mínimas en un 55 por ciento frente al 20 por ciento que existía anteriormente. La tasa de mortalidad se ha situado por debajo del 20 por ciento", ha señalado.
Por su parte, la jefa de la Unidad Técnica de Ergonomía y Psicosociología del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), María Jesús Otero, ha destacado que la edad no va unida a una mayor siniestralidad en términos de incidencia, pero sí de gravedad.
"Si hacemos una comparativa por edades observamos que, en edades más avanzadas, tiene un peso importante la siniestralidad asociada a la denominada patología no traumática (PNT) en forma de ictus, infartos o derrames cerebrales", ha enfatizado.
Del mismo modo, el portavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Discapacidad del Congreso de los Diputados, Íñigo Alli, ha asegurado que desde las instituciones se pone el foco en la prevención de enfermedades incapacitantes, para así contribuir a mejorar el bienestar de las personas mayores, que constituyen un pilar fundamental de la sociedad.
En el bloque clínico, se han tratado las claves para prevenir patologías asociadas al envejecimiento, sobre todo el acceso a las últimas terapias disponibles. "Actualmente existen tratamientos avalados por las sociedades científicas, que han demostrado ser muy eficaces y seguros, como los anticoagulantes de acción directa, indicados para la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular, y que todavía no se ha generalizado su uso a diferencia de lo que pasa en otros países europeos como Francia o Portugal", ha recalcado Masjuan.
Finalmente, el presidente de Freno al Ictus y vicepresidente de Ictus Asociación Madrid, Julio Agredano, ha destacado la necesidad de sensibilizar en torno al ictus, poco conocido para la población general, promover hábitos de vida saludables, especialmente a través de actividades físicas, así como garantizar el correcto tratamiento cuando así sea necesario.