MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Clínica Universidad de Navarra publicado en la revista 'European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology' ha demostrado que el 65 por ciento de las mujeres que revierten su ligadura de trompas mediante recanalización tubárica se quedan embarazadas.
Alrededor de un 20 por ciento de las mujeres que se someten a una ligadura de trompas de Falopio se arrepienten y desean volver a tener la oportunidad de quedarse embarazadas. En estos casos, la anastomosis tubárica microquirúrgica se consolida como una técnica reproductiva con unas tasas de embarazo posterior de más del 65 por ciento.
Este trabajo actualiza la información divulgada hasta el momento sobre el éxito de la recanalización tubárica abarcando la historia clínica de más de 14.000 mujeres intervenidas en diferentes países durante la pasada década. Como destaca su autor principal, Juan Sastre, graduado en Medicina por la Universidad de Navarra, "es la primera vez que se realiza un metaanálisis tan amplio de pacientes sometidas a esta técnica y los resultados son muy prometedores".
La anastomosis tubárica es ya una alternativa consolidada y con evidencia científica frente a la fecundación in vitro con resultados de eficacia y de salud incluso mejores, sobre todo entre mujeres de más de 35 años. Como destaca el doctor Sastre, esta técnica quirúrgica reduce los riesgos posteriores asociados a las técnicas de reproducción 'in vitro', como los embarazos múltiples, los partos prematuros, la preeclampsia o diabetes gestacionales.
"El incremento del riesgo que se da en la fecundación 'in vitro' para desarrollar este tipo de complicaciones no se da en mujeres que optan por la reanastomosis microquirúrgica", añade el especialista.
La reversión de ligadura de trompas precisa de un equipo altamente especializado y de un análisis personalizado de cada paciente, ya que hay factores como la edad o la técnica empleada en la esterilización previa que pueden influir en la viabilidad del proceso.
"En primer lugar se realiza una laparoscopia para revisar el estado de las trompas y valorar su recanalización. Si las condiciones lo permiten, se lleva a cabo la anastomosis mediante una pequeña incisión en el abdomen utilizando un microscopio de microcirugía", apunta el responsable de la Unidad de Fertilidad y director del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Luis Chiva.
La Clínica es el único centro hospitalario español que realiza esta técnica mediante microcirugía, y lo hace con unas tasas de éxito similares a las internacionales. Como subraya el doctor Chiva, "es importante que quienes se han sometido a una ligadura de trompas sepan que pueden revertir ese proceso y que cuenten con toda la información disponible sobre las opciones terapéuticas para tomar la decisión más adecuada según las circunstancias personales".
"Todavía muchas pacientes desconocen esta opción terapéutica. Por eso, entre los objetivos de este estudio destaca la necesidad de colaborar a impulsar la presencia de esta cirugía dentro de los hospitales y estimular la investigación en torno a esta eficaz opción de restauración de la fertilidad", añade el doctor Sastre.