MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en 5,8 millones de niños ha encontrado una mayor incidencia de ictus cuatro décadas después en aquellos cuya madre tuvo hipertensión o preeclampsia durante el embarazo. La investigación se presenta en la ESC Heart & Stroke 2021, una conferencia científica en línea de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
"Nuestros hallazgos indican que los trastornos hipertensivos durante el embarazo se asocian a un mayor riesgo de ictus y, potencialmente, de enfermedad cardíaca en la descendencia hasta los 41 años --ha señalado el autor del estudio, el doctor Fen Yang, estudiante de doctorado del Karolinska Institutet de Estocolmo (Suecia)--. Se necesitan estudios con un seguimiento más largo para confirmar los resultados y mejorar la comprensión de los posibles mecanismos subyacentes".
Investigaciones anteriores han sugerido que los niños expuestos a trastornos hipertensivos maternos durante la gestación tienen un mayor riesgo de parto prematuro, restricción del crecimiento fetal y factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial, obesidad y diabetes, más adelante en la vida. Pero las pruebas de una relación directa con las enfermedades cardiovasculares graves son limitadas. Este estudio exploró esta relación centrándose en la cardiopatía isquémica y el ictus.
Este estudio de cohortes basado en la población vinculó los registros nacionales de dos países. Se realizó un seguimiento de los nacidos vivos de Suecia (1973 a 2014) y Finlandia (1987 a 2014) para detectar cardiopatías isquémicas e ictus hasta 2014. Se identificaron los trastornos hipertensivos del embarazo, como la hipertensión arterial (iniciada antes o durante el embarazo) y la preeclampsia (presión arterial alta y daño orgánico).
Los investigadores calcularon los riesgos de cardiopatía isquémica e ictus relacionados con las condiciones de hipertensión durante el embarazo. Los análisis se ajustaron en función de los factores que podían influir en las relaciones, como el año de nacimiento del niño, el sexo y las anomalías congénitas, así como la edad de la madre, la paridad, el estado civil, el nivel de estudios, el índice de masa corporal, el tabaquismo durante los primeros meses del embarazo y los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
Los análisis se repitieron tras excluir a los niños con un parto prematuro o una restricción del crecimiento fetal, que se han asociado a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Se realizaron análisis de hermanos para controlar el posible efecto de factores familiares genéticos y ambientales no medidos. Estos análisis incluyeron parejas de hermanos discordantes tanto para la exposición (trastornos hipertensivos del embarazo) como para el resultado (cardiopatía isquémica/ictus).
De entre los más de 5,8 millones de hijos únicos del estudio, 218.322 (3,76%) nacieron de madres con trastornos hipertensivos durante el embarazo. Durante los 41 años de seguimiento, a 2.340 (0,04%) hijos se les diagnosticó cardiopatía isquémica y a 5.360 (0,09%), accidente cerebrovascular.
La descendencia expuesta a los trastornos hipertensivos del embarazo de la madre tenía un 29% y un 33% más de riesgo de cardiopatía isquémica e ictus, respectivamente. Las asociaciones fueron independientes del parto prematuro y de la restricción del crecimiento fetal. En los análisis de hermanos, la asociación se mantuvo para el ictus pero no para la cardiopatía isquémica.
El doctor Yang explica que "los análisis de hermanos sugieren que los factores genéticos o ambientales compartidos fueron los principales contribuyentes a la asociación entre los trastornos hipertensivos del embarazo y el riesgo de cardiopatía isquémica. Sin embargo, el aumento del riesgo de infarto persistió, lo que indica la posibilidad de efectos intrauterinos directos".
El investigador explica que "se trata de uno de los pocos estudios realizados en este ámbito y se necesita más investigación, un estudio de observación y no podemos sacar conclusiones sobre la causalidad. Si nuestros resultados se ven respaldados por otros estudios, podrían tomarse medidas para prevenir las enfermedades cardiovasculares en la descendencia expuesta a trastornos hipertensivos en el embarazo, por ejemplo, centrándose en la salud materna y examinando a los niños para detectar factores de riesgo como la hipertensión arterial a una edad temprana".