MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres a menudo luchan por controlar su peso y otros factores de riesgo para la salud, como el colesterol alto, una vez que pasan a la menopausia. Un nuevo estudio sugiere que el baile puede reducir eficazmente los niveles de colesterol, mejorar el estado físico y la composición corporal y, de paso, mejorar la autoestima, según publican sus autores en' Menopause', la revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS).
Tras la menopausia, las mujeres son más propensas a experimentar un aumento de peso, un incremento de la adiposidad corporal general/central y alteraciones metabólicas, como el aumento de los triglicéridos y el colesterol malo. En conjunto, estos cambios acaban por aumentar el riesgo cardiovascular.
En esta misma época, las mujeres suelen ser menos activas físicamente, lo que se traduce en una reducción de la masa magra y un mayor riesgo de caídas y fracturas. Como resultado de todos estos cambios, las mujeres posmenopáusicas suelen sufrir una disminución de la imagen y la autoestima, que están directamente relacionadas con la salud mental en general.
Se ha demostrado que la actividad física minimiza algunos de los muchos problemas de salud asociados a la menopausia. El efecto de la danza, en concreto, ya se ha investigado en cuanto a cómo mejora la composición corporal y la aptitud funcional. Sin embargo, pocos estudios han investigado los efectos de la danza sobre la imagen corporal, la autoestima y la aptitud física en conjunto en mujeres posmenopáusicas.
Este nuevo estudio se diseñó para analizar los efectos de la práctica de la danza sobre la composición corporal, el perfil metabólico, la aptitud funcional y la autoimagen/autoestima en mujeres posmenopáusicas. Aunque el tamaño de la muestra era pequeño, el estudio sugirió algunos beneficios creíbles de un régimen de baile tres veces por semana para mejorar no sólo el perfil lipídico y la aptitud funcional de las mujeres posmenopáusicas, sino también la imagen y la autoestima.
La terapia de baile se considera una opción atractiva porque es una actividad agradable con bajos costes asociados y bajo riesgo de lesiones para sus practicantes. Entre los beneficios adicionales confirmados de la danza regular se encuentran la mejora del equilibrio, el control postural, la marcha, la fuerza y el rendimiento físico general. Todos estos beneficios pueden contribuir a la capacidad de una mujer para mantener un estilo de vida independiente y de alta calidad a lo largo de su vida.
"Este estudio pone de manifiesto la viabilidad de una intervención sencilla, como una clase de baile tres veces por semana, para mejorar no sólo la aptitud física y el perfil metabólico, sino también la autoimagen y la autoestima en las mujeres posmenopáusicas. Además de estos beneficios, las mujeres probablemente también disfrutaron de una sensación de camaradería por la experiencia compartida de aprender algo nuevo", dice la doctora Stephanie Faubion, directora médica de la NAMS.