MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consumo de cannabis en las primeras seis a 14 semanas de embarazo está asociado con malos resultados de la gestación estrechamente relacionados con la función de la placenta, según un nuevo estudio presentado en la reunión anual de la Society for Maternal-Fetal Medicine (SMFM), 'The Pregnancy Meeting' y publicado en el 'American Journal of Obstetrics & Gynecology'.
La placenta desempeña un papel importante durante el embarazo: proporciona oxígeno y nutrientes al bebé, elimina los residuos nocivos y el dióxido de carbono, y produce hormonas que ayudan al crecimiento del bebé. Los medicamentos, las drogas, el alcohol y la nicotina pueden pasar del torrente sanguíneo de la embarazada al bebé a través de la placenta.
Los investigadores analizaron muestras de orina recogidas durante el estudio Nulliparous Mothers-to-Be (nuMoM2b), una cohorte multicéntrica amplia y diversa de personas embarazadas. De las 10.038 participantes en el nuMoM2b, los investigadores incluyeron datos de 9.257 embarazadas en su primer trimestre de gestación.
Tras realizar un análisis de drogas en busca de marihuana, los investigadores descubrieron que 540 (el 5,8%) dieron positivo en marihuana, lo que significa que lo más probable es que esas personas consumieran cannabis en las primeras seis a 14 semanas de embarazo.
El estudio descubrió que el consumo de cannabis al principio del embarazo está asociado a resultados adversos relacionados con la placenta, como un crecimiento fetal deficiente, mortinatos y un mayor riesgo de desarrollar hipertensión durante el embarazo.
"Queríamos analizar específicamente el consumo de cannabis al principio del embarazo porque es cuando se está formando la placenta, y mucha de la información de la que disponemos actualmente indica que el consumo de cannabis afecta a la placenta", afirma la autora principal del estudio, la doctora Torri D. Metz, subespecialista en medicina materno-fetal y profesora asociada de obstetricia y ginecología de la Facultad de Salud de la Universidad de Utah (Estados Unidos).
"Con el uso recreativo de la marihuana cada vez más legal en más estados, necesitamos mejores datos porque los pacientes están interesados en comprender el riesgo del consumo de cannabis en el embarazo para que puedan tomar una decisión informada", añade.
El siguiente paso, dicen los investigadores, es analizar el consumo continuado de cannabis durante el embarazo y si importa "la ventana de exposición".