MADRID 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las niñas y mujeres tienden más a enmascarar los síntomas más singulares del trastorno del espectro autista (TEA), "lo que se traduce en una mayor dificultad para el diagnostico, al que muchas de ellas, llegan en la edad adulta", indica la psicóloga Esther Verdaguer, quien considera que "este hecho tiene consecuencias por lo que es fundamental concienciar sobre neurodivergencias, que son grandes desconocidas para buena parte de la ciudadanía".
Al respecto, destaca un estudio publicado en mes de febrero en 'Journal of Child Psychology and Psychiatry' que revela que el 54,2 por ciento de las mujeres con TEA y el 40,9 por ciento de los hombres con TEA recibieron al menos un diagnóstico psiquiátrico previo (los más comunes: TDAH, ansiedad, depresión). Además, esta investigación indica que las mujeres con un diagnóstico previo fueron diagnosticadas de autismo más tarde que los hombres con la misma condición.
Una publicación previa editada por 'JCCP Advances' asegura que las adolescentes con TEA presentan un mayor riesgo de problemas de salud mental (ansiedad o depresión) que los chicos con los mismos diagnósticos y que las chicas neurotípicas.
Hasta hace relativamente poco, se consideraba que había una mujer con TEA por cada cuatro hombres. Sin embargo, las cifras más recientes, como las publicadas en 'Neurologic Clinics', apuntan a una proporción de 1 a 3 o, incluso, 1 a 2,5. "Parece existir un sesgo de género en el diagnóstico, lo que significa que las niñas que cumplen criterios de TEA corren un riesgo desproporcionado de no recibir un diagnóstico clínico", añade Verdaguer.
COMORBILIDADES DE LAS PERSONAS CON TEA
El trastorno del espectro autista es una condición vinculada al desarrollo cerebral que influye en cómo una persona percibe el mundo y se relaciona con los demás, lo que genera dificultades en las interacciones sociales y la comunicación.
"Las personas con TEA presentan patrones atípicos de actividad y comportamiento. Es habitual que presenten un comportamiento inflexible, muestren gran atención a los detalles o presenten reacciones poco habituales a las sensaciones. El término 'espectro' se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad", comenta Esther Verdaguer.
Por otra parte, es habitual que las personas con TEA presenten comorbilidades: epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH); así como comportamientos problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones. "El nivel intelectual varía mucho, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas", añade la psicóloga de Itersia.