MADRID 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La leche materna favorece el correcto crecimiento y desarrollo cerebral del bebé, entre otros beneficios que aporta esta práctica tanto para el bebé como para la madre, según ha recordado la matrona de Hospiten Estepona María Domínguez en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que comenzó el pasado 1 de agosto y concluye este miércoles.
La leche materna está compuesta en su mayor parte por agua, alrededor de un 87 por ciento frente a un casi 13 por ciento que hace referencia a hidratos de carbono, grasas y proteínas (macronutrientes), además de vitaminas y minerales. Se trata, pues, de un alimento muy rico nutricionalmente mediante el que el bebé ingiere todo lo necesario para su crecimiento durante los, aproximadamente, primeros seis meses de vida; una primera etapa en la que no necesita ingerir ningún otro líquido o alimento.
Gracias a la lactancia, los bebés ven fortalecido su sistema inmunológico al pasar la madre sus anticuerpos a través de la leche, lo que ayuda a protegerlo contra infecciones y enfermedades. También reduce la probabilidad de desarrollar alergias y asma, así como enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión en la edad adulta. Además, se trata de un alimento más fácil de digerir para el pequeño.
Los recién nacidos no son los únicos beneficiados a través de la lactancia, amamantar también tiene múltiples efectos positivos para la madre. En primer lugar, a través de esta actividad se puede ver reforzado el vínculo afectivo mamá-bebé, lo que ayuda a disminuir el riesgo de depresión posparto. Igualmente, ayuda a recuperarse de este en lo referente al físico, pues favorece que el útero vuelva a su tamaño original más rápido y ayuda a la quema de calorías. También beneficia al sistema inmune de la madre, favoreciendo, por ejemplo, un menor riesgo de desarrollo de cáncer de mama y ovario en el futuro.
La experta ha querido también destacar que la pareja, si se tiene, puede colaborar en la lactancia materna y ser una gran aliada. En este sentido, puede brindar apoyo emocional escuchando, animando, motivando y valorando a la progenitora. Asimismo, su ayuda en tareas domésticas, cuidando del bebé o preparando comidas saludables puede ser fundamental para que la madre cuente con más tiempo para amamantar y descansar.
Por todo ello, ha recomendado que se informe sobre la lactancia y asista a las consultas de educación maternal para favorecer el conocimiento sobre el proceso y permitir ofrecer un mejor apoyo.