MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
En los últimos años, y dependiendo del hospital, entre el 15 y el 25 por ciento de los partos que se realizan en España son inducidos, tal y como ha comentado el jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario La Paz, Catedrático de obstetricia y ginecología de la UAM y copresidente del Comité Organizador del XXV Congreso Nacional de Medicina Perinatal que se acaba de celebrar en Madrid, José Luis Bartha.
De hecho, la tasa de inducción es cada vez mayor en España, ya sea por motivos maternos o por motivo fetal, por eso los especialistas precisan métodos seguros que puedan llevarse a cabo incluso en mujeres en las que el cuello del útero todavía no ha madurado, métodos que permitan reblandecerlo y acortarlo para iniciar el parto de forma efectiva y sobre todo segura para la madre y el feto.
La inducción se plantea, en caso de embarazo cronológicamente prolongado, en la semana 41 justo una semana después de haber cumplido la fecha probable de parto, y en caso de rotura prematura de membrana con el embarazo a término. También se induce el parto en caso de enfermedades maternas como diabetes o cuando el feto tiene algún problema.
Para la inducción los especialistas utilizan métodos mecánicos o métodos farmacológicos que son seguros. "Los métodos farmacológicos más frecuentes son oxitocina y prostaglandinas de las que se dispone hasta de un dispositivo de liberación vaginal que permite su retirada en caso necesario", ha indicado Bartha.
En este sentido, el jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre y copresidente del Comité Organizador del Congreso, Alberto Galindo, ha explicado que junto a la prematuridad y los trastornos relacionados con la disfunción de la placenta, incluyendo la preeclampsia y el retraso del crecimiento, la hemorragia posparto ocupa un lugar "estelar" entre las preocupaciones del obstetra.
"Siendo la hemorragia posparto, los accidentes tromboembólicos y la disfunción placentaria los problemas que más nos preocupan como obstetras por ser las principales causas de mortalidad materna, incluso en países tan desarrollados como el nuestro", ha enfatizado.