MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El médico de Cinfa Julio Maset ha instado a las mujeres embarazadas a practicar ejercicio moderado de forma regular porque favorece la adecuada evolución de la gestación, incrementa el bienestar de la madre y prepara su cuerpo para el parto y la recuperación posterior.
Sin embargo, el VIII Estudio CinfaSalud Percepción y hábitos de las mujeres españolas durante el embarazo, realizado en 2018, reveló que solo siete de cada diez gestantes (69,3 por ciento) practican ejercicio moderado o adaptado y tres de cada diez no realizan actividad física alguna (30,4 por ciento).
Pese a las creencias tradicionales, el doctor Maset ha asegurado que la actividad física durante el embarazo no se relaciona con un incremento de aborto espontáneo. Esto está demostrado por la evidencia científica, del mismo modo que no existe evidencia de que prescribir de forma rutinaria el reposo en cama prevenga el parto pretérmino.
Así, el ejercicio en el embarazo tiene múltiples beneficios para el feto y la madre, pues aumenta la incidencia del parto vaginal natural, contribuye a prevenir y mejorar la ansiedad y la depresión posparto, el dolor lumbar, la incontinencia urinaria, la excesiva ganancia de peso, la diabetes gestacional, los trastornos hipertensivos del embarazo, el parto pretérmino, la cesárea y el bajo peso del bebé al nacer.
Por ello, el experto ha recomendado la práctica de todas las actividades deportivas que no impliquen movimientos bruscos, contacto físico o un gran esfuerzo. Esto, en línea con la Guía de Práctica Clínica sobre la Actividad Física durante el Embarazo 2023, publicada por el Ministerio de Sanidad, que señala que "toda mujer gestante sin contraindicaciones médicas debe mantenerse activa físicamente durante su embarazo".
Antes de comenzar la práctica de ejercicio físico, el especialista de Cinfa ha aconsejado consultar con un profesional sanitario cualificado para saber si existe alguna contraindicación específica y valorar qué actividades y en qué duración, frecuencia e intensidad son las más adecuadas. En este sentido, puede ser positivo participar en un programa específico de ejercicio para mujeres gestantes que cuente con supervisión, ha indicado.
Además, Maset ha sugerido que las mujeres embarazadas practiquen 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada semanal distribuidos en tres días distintos y que, en todo caso, eviten las actividades de alto impacto que impliquen riesgo de caídas, traumatismos, movimientos bruscos y tensión muscular extrema. Algunos ejercicios aconsejados son aquellos que trabajan el equilibrio, la coordinación motriz y la flexibilidad, así como aquellos que fortalecen el suelo pélvico. Los ejercicios hipopresivos deben evitarse durante todo el embarazo.
Por último, el experto ha sugerido que se controle la temperatura y la humedad del ambiente para no ejercitarse bajo condiciones extremas. Asimismo, ha destacado la importancia de hidratarse adecuadamente y de interrumpir el ejercicio en caso de notar síntomas como dificultades respiratorias, vértigo, dolor de cabeza, mínimo sangrado vaginal u otros que indiquen malestar.