MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, Juan José López, ha aconsejado llevar a cabo una exploración tiroidea de rutina, un cribado de la función tiroidea y un examen físico cervical tan pronto como la mujer conozca que está embarazada para descartar la existencia de patología tiroidea y, en caso de identificar su presencia, poder abordarla de manera precoz.
El embarazo puede favorecer la aparición de patología tiroidea, debido a que disminuyen los niveles de yodo, lo que propicia la formación de nódulos, a la vez que aumenta la producción de hormonas que estimulan la actividad del tiroides, según han explicado especialistas en Ginecología del hospital de Quirónsalud.
La patología tiroidea es la segunda patología más frecuente en mujeres gestantes después de la diabetes. Para prevenir la aparición de nódulos tiroideos durante el embarazo, los expertos han recomendado la ingesta de suplementos de yoduro potásico para complementar los bajos niveles de yodo.
Entre las principales patologías de la función tiroidea asociadas al embarazo, se encuentra el hipotiroidismo, que afecta al 0,5 por ciento de las embarazadas. Sus riesgos asociados incluyen pérdida de conciencia, hipotermia y bradicardia en el caso de la madre y bajo peso al nacer, riesgo de parto pretérmino y aborto espontáneo.
Con una afectación del 0,2 por ciento de los embarazos está el hipertiroidismo, que puede provocar insuficiencia cardíaca, crisis por exceso de hormonas tiroideas en la sangre, trastornos hipertensivos y desprendimiento prematuro de la placenta, parto prematuro y riesgos fetales diversos si no se trata.
Una de las más comunes entre las mujeres sin antecedentes de enfermedad tiroidea es la tiroiditis postparto, que se presenta en alrededor del cinco por ciento de mujeres y puede causar tanto hipotiroidismo como hipertiroidismo. En el primer caso el riesgo más frecuente es la depresión.
Además, destaca el cáncer de tiroides, que es el segundo tumor maligno más frecuente durante el embarazo por detrás del cáncer de mama. Se calcula que alrededor del 10 por ciento de todos los cánceres de tiroides que ocurren durante la edad fértil se diagnostican durante el embarazo o durante el primer año tras el parto. En este punto, los profeisonales han prexisado que el 90 por ciento de todos los nódulos tiroideos son benignos.
TRATAMIENTO CÁNCER DE TIROIDES
Para el tratamiento del cáncer de tiroides, el especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo y experto en cirugía endocrina Jorge Martín Gil ha detallado que la tiroidectomía suele posponerse hasta después del parto siempre que las características de la patología lo permitan, ya que los estudios han demostrado que el retraso de la cirugía no tendría un impacto significativo en el pronóstico.
Los casos en los que no debería posponerse la cirugía serían aquellos en los que los estudios histológicos determinen que se trata de nódulos agresivos o localmente avanzados, en casos de aparición de ganglios cervicales metastásicos, cuando aparezcan síntomas compresivos graves y cuando se produzca un crecimiento significativo del nódulo maligno superior al 50 por ciento del volumen o al 20 por ciento de diámetro en dos dimensiones antes de la semana 24 de gestación.
En estos casos, la cirugía debería realizarse, a ser posible, durante el segundo trimestre del embarazo, que es cuando menores riesgos asociados comporta, dado que durante el primero aumenta exponencialmente el riesgo de aborto espontáneo y durante el tercero el de parto prematuro.