MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los bebés de madres obesas alimentados con leche materna mantienen un peso más bajo durante los primeros seis meses de vida que aquellos que toman leche artificial, según ha mostrado un estudio internacional coordinado por la profesora del departamento de Pediatría de la Universidad de Granada, Cristina Campoy.
Para alcanzar estos resultados, los científicos analizaron el crecimiento de los bebés nacidos de 175 mujeres (obesas y con peso normal) durante los primeros dos años de edad, participantes en el proyecto 'PREOBE'.
El estudio evolutivo de los niños se realizó a los 3, 6, 12, 18 y 24 meses de edad, siguiendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los participantes se dividieron según el tipo de alimentación que recibieron los bebés a los 3 meses de edad: lactancia materna exclusiva, fórmula láctea infantil o alimentación mixta.
De esta forma, los investigadores comprobaron que los hijos nacidos de madres obesas muestran un peso al nacimiento significativamente mayor que aquellos nacidos de madres sanas con normopeso. Unos resultados que, a juicio de los expertos, colocaría a los recién nacidos de madres obesas desde el inicio de la vida en una curva de peso más alta que los recién nacidos de madres con un peso normal, aumentando el riesgo de ser obesos durante la niñez y la vida adulta.
Del mismo modo, los investigadores encontraron que los hijos de madres obesas que fueron alimentados exclusivamente con leche materna presentaban a los seis meses de edad un peso más bajo respecto a aquellos alimentados con fórmula láctea infantil (alimentación recomendada de forma habitual para aquellos niños que no pueden ser alimentados al pecho).
Estos resultados sugieren un mecanismo protector de la leche materna frente al potencial efecto negativo de la obesidad materna durante la gestación sobre el crecimiento y desarrollo fetal. La leche materna parece tener la capacidad de recuperar al bebé que ha sufrido las alteraciones metabólicas maternas intraútero.
MENOR ÍNDICE DE MASA CORPORAL
Los resultados demostraron que, a los seis meses de edad, los bebés alimentados con leche materna nacidos de mujeres obesas presentan un peso para la talla e índice de masa corporal (IMC) para la edad más bajos, que incluso aquellos niños nacidos de mujeres con un peso normal que también fueron amamantados por sus madres.
Del mismo modo, la evolución de la circunferencia media del brazo (marcador de la composición corporal) en los lactantes alimentados con leche materna que nacieron de madres obesas mostró un perfil más bajo durante los primeros 6 meses de vida, respecto al de los niños amamantados nacidos de mujeres normales.
Por tanto, los resultados obtenidos muestran que la lactancia materna podría modular el efecto negativo de la obesidad materna durante la gestación y ayudar al bebé a retomar una curva de peso más adecuada a partir de los seis meses de vida, demostrando un papel protector y preventivo del desarrollo de obesidad en los hijos durante la niñez y la vida adulta.
"Los bebés nacidos de mujeres obesas amamantados al pecho presentan un peso para la talla e IMC para la edad más bajos que los niños que recibieron alimentación artificial e incluso respecto a aquellos nacidos de mujeres normales que también fueron alimentados al pecho materno. Estas diferencias fueron significativas a los 6 meses de edad y no se mantuvieron a los 24 meses de edad, corroborando la mejora y el cambio de carril en la curva de peso de los hijos de madres obesas alimentados al pecho", han zanjado los investigadores.