MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Expertos de IVI han advertido de que la infertilidad ocurre o comienza a manifestarse con el paso del tiempo, incluso ya habiendo tenido hijos sin ningún tipo de complicación previa, lo que se conoce como infertilidad secundaria.
Actualmente, un gran porcentaje de personas cree que aquellas mujeres que ya tuvieron hijos anteriormente de forma natural en un futuro no presentarán problemas relacionados con la fertilidad. Pero lo cierto es que esta afirmación no siempre es real.
"La infertilidad secundaria femenina suele ir asociada principalmente a la edad, ya que el paso del tiempo afecta de forma directa y acusada al potencial reproductivo de la mujer. Sin embargo, también puede ser debida a otros factores como: endometriosis o desajustes hormonales, entre otros", ha explicado la doctora Elena Labarta, ginecóloga en IVI Valencia.
A partir de los 35 años la calidad y cantidad de los óvulos desciende drásticamente y a partir de los 38 existe un aumento de las posibilidades de alteraciones cromosómicas en los embriones. "Si, además, en algunos casos, se une la edad a alguna de las patologías previamente mencionadas, nos encontramos con un caso más complejo", ha añadido.
Por otra parte, en el caso de los hombres, la experta ha destacado que ciertos cambios de hábitos de vida o salud, además de la aparición de alguna enfermedad o patología severa, pueden influir en la pérdida o deterioro de la calidad del semen, afectando directamente a las posibilidades de dar lugar a un embarazo.
"Por estas razones, es fundamental que las personas sepan y sean conscientes de todos estos factores a la hora de realizar su planificación familiar. Querer esperar a tener hijos presentando una edad por encima de los 30 puede implicar que ir apareciendo complicaciones en el proceso y la necesidad de acudir a la medicina reproductiva para lograr un embarazo tras varios intentos fallidos por métodos naturales. Por esta razón, los ginecólogos recomiendan la opción de vitrificar los ovocitos, una alternativa que, en el caso de la mujer, ofrece la posibilidad de decidir sin la presión del tiempo sobre la fertilidad femenina", ha comentado la doctora Labarta.
La vitrificación de ovocitos permite principalmente posponer la capacidad reproductiva de la mujer el tiempo que esta desee. De esta forma, cuando la mujer tenga la intención de quedarse embarazada podrá utilizar sus óvulos previamente vitrificados, que conservarán intactas las características que presentaban cuando fueron preservados.
"Es decir, si una mujer vitrifica sus óvulos a los 30 años, y diez años más tarde, a los 40, pretende quedarse embarazada con ellos, sus óvulos tendrán la misma calidad que tenían cuando fueron vitrificados a los 30 años de la paciente", ha aclarado Labarta.
Según la experta, el mejor momento para acudir y consultar con un especialista en medicina reproductiva acerca de una posible infertilidad secundaria sería, en caso de que la mujer sea menor de 35 años, tras un año de relaciones sexuales regulares sin lograr embarazo. En caso de mujeres de edad más avanzada (mayores de 35 años), se recomienda consultar después de transcurridos seis meses de relaciones sexuales sin gestación.
"Existe la convicción de que las mujeres y parejas que han tenido su primer hijo sin ningún problema y de forma natural pueden esperar que ocurra lo mismo con el segundo. En ocasiones no es así, y este hecho puede conllevar un gran sufrimiento y estrés. La infertilidad secundaria tiene, por tanto, un gran impacto a nivel emocional. Por ello, en todas nuestras clínicas contamos con una Unidad de Apoyo Emocional para acompañar a nuestros pacientes durante sus procesos y ayudarles de la mejor manera a gestionar sus sentimientos y emociones", ha concluido Labarta.