MADRID 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación dirigida por el Instituto Garvan de Investigación Médica, en Australia, ha revelado cómo las células del cáncer de mama que se desarrollan durante o después del embarazo cambian su entorno para formar tumores más agresivos.
En modelos experimentales de cáncer de mama asociado al embarazo, los investigadores descubrieron que las células cancerosas envían señales al tejido conjuntivo que las rodea para desencadenar una inflamación incontrolada y remodelar el tejido, lo que a su vez ayuda al cáncer a extenderse.
"Los cánceres de mama que surgen durante o poco después del embarazo son muy agresivos, ya que a menudo se vuelven resistentes a las terapias estándar. Dado que el 50% de los casos son mortales, se necesitan urgentemente mejores opciones de tratamiento", afirma el doctor David Gallego-Ortega, jefe del Grupo de Desarrollo de Tumores de Garvan y coautor del nuevo estudio publicado en 'Cell Reports'.
"Nuestro estudio ha revelado una diafonía entre estas células de cáncer de mama y su entorno que está alimentando las condiciones adecuadas para que el cáncer haga metástasis, y revela la propia inflamación como una potencial nueva diana terapéutica para la enfermedad", añade.
Aunque un diagnóstico de cáncer de mama es devastador para cualquier paciente, el pronóstico es mucho peor para las mujeres embarazadas y las madres recientes. Una de cada dos mujeres a las que se les diagnostica un cáncer de mama asociado al embarazo, que afecta hasta a 40 de cada 100.000 mujeres que dan a luz, perderá la batalla en los cinco años siguientes al diagnóstico.
"Las tasas de supervivencia del cáncer de mama se reducen del 80% a sólo el 52% en el caso de las madres jóvenes que desarrollan un cáncer de mama durante el embarazo --afirma la coautora, la doctora Fátima Valdés-Mora, del Instituto del Cáncer Infantil, que realizó la investigación en el Instituto Garvan--. Nos propusimos entender las bases celulares de cómo el embarazo desencadena un cáncer de mama más agresivo y cómo se podría mejorar el tratamiento actual".
Utilizando tecnología de genómica celular de nueva generación, los investigadores analizaron una instantánea de la actividad génica de las células individuales encontradas dentro de los tumores de un modelo experimental de cáncer de mama asociado al embarazo. Curiosamente, los investigadores observaron una serie de cambios no sólo en las propias células cancerosas, sino en las células del tejido conectivo circundante.
"En las células del tejido mamario normal, cuando las madres dejan de amamantar, los cambios en las señales hormonales indican al tejido conectivo que rodea a las células productoras de leche que vuelva a su forma anterior al embarazo. Pero descubrimos que cuando las células del cáncer de mama enviaban señales similares, desencadenaban cambios que permitían la inflamación y una propagación más rápida del cáncer", afirma el doctor Gallego-Ortega.
"Los datos genómicos nos mostraron que, al recibir señales de embarazo, las células del cáncer de mama hacían la transición al subtipo de cáncer de mama "basal", más maligno --prosigue--. Al mismo tiempo, las células "modificaban" su entorno, enviando señales a las células que las rodeaban para activar la inflamación en el tejido tumoral".
En su modelo, los investigadores descubrieron que las células del entorno tumoral impulsaban los cambios que hacen que el cáncer de mama asociado al embarazo sea altamente agresivo: inflamación incontrolada, remodelación del tejido y generación de nuevos vasos sanguíneos.
Los hallazgos han llevado a los investigadores a explorar nuevas dianas terapéuticas para el cáncer de mama asociado al embarazo. En modelos experimentales, el equipo pretende comprobar si el tratamiento de las vías inflamatorias en el entorno del tumor, algunas de las cuales se pueden atacar con medicamentos existentes como el ibuprofeno, podría reducir la propagación de los cánceres de mama asociados al embarazo y mejorar los resultados de los tratamientos actuales.
"El embarazo puede proporcionar a los cánceres una vía de escape de la terapia y de su localización en la mama --explica el profesor Chris Ormandy, coautor y director del Laboratorio de Biología del Cáncer de Garvan--. Nuestro estudio sugiere que atacar la inflamación es una forma de ir un paso por delante de la enfermedad".