MADRID, 10 Mar. (EDIZIONES) -
Por fin tenemos la vacuna frente a la COVID-19, y ahora nos surgen muchísimas dudas sobre si podemos ponérnosla o no. A día de hoy, porque en esta enfermedad de apenas un año vamos aprendiendo con cuentagotas, no hay un consenso claro entre toda la comunidad científica sobre si la lactancia y la vacuna son compatibles; aunque la gran mayoría opta por el sí.
Al fin y al cabo se trata de un medicamento, como los que ya hay en el mercado, que ha superado numerosos controles y pruebas, que ya se ha probado en muchos sectores poblacionales, y sin ningún problema. ¿Por qué tiene que haberlo en las mujeres que amamantan a sus hijos?
En el caso de España, el pasado 27 de diciembre se empezó a inocular la vacuna contra la COVID-19 'Comirnaty', de BioNTech y Pfizer. Según constata el Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, "el uso de esta vacuna, u otras que puedan venir después, en mujeres que planean un embarazo, gestantes y durante la lactancia materna genera muchas dudas e inquietudes".
En la web española 'E -Lactancia', dedicada a evaluar e informar sobre la compatibilidad de los fármacos con la lactancia materna, y referente en la materia, otorga a esta vacuna la calificación de 'Riesgo muy bajo para la lactancia. Seguro. Compatible. Mínimo Riesgo para la lactancia y el lactante', en su fecha de actualización de 29 de enero de 2021.
A su vez, señala que, según la OMS, la vacuna (COVID-19) puede ofrecerse a una mujer que amamanta y que es parte de un grupo recomendado para la vacunación (por ejemplo, trabajadoras de la salud). "Actualmente no se recomienda suspender la lactancia después de la vacunación", precisa.
Por otro lado, y en una entrevista con Infosalus, el presidente de Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna (APILAM), y creador de 'E-Lactancia', el doctor José María Paricio, recuerda que las compañías fabricantes quitaron su prohibición de administrarla en la lactancia de sus prospectos.
"A partir de finales de 2020, los fabricantes AstraZeneca, Moderna y Pfizer retiraron de sus prospectos la recomendación de no administrar la vacuna a las madres lactantes (Moderna 2021, AstraZeneca2021, Pfizer 2020)", agrega el especialista en Pediatría por formación MIR, y doctor en Medicina.
Mantiene también que, a fecha de última actualización, no se encuentran datos publicados sobre su excreción en leche materna ni de sus efectos en la lactancia o en los lactantes. "Las madres lactantes han estado excluidas de todos los ensayos realizados", agregan desde E-lactancia, al tiempo que subrayan que "al igual que tras la vacunación contra otros virus, en la leche de madres lactantes vacunadas contra la COVID-19 podrían excretarse anticuerpos generados por la vacuna en forma de IgA, lo que protegería de la COVID-19 al lactante".
De acuerdo con los CDC norteamericanos, esta plataforma subraya que salvo tres vacunas de virus vivos atenuados (viruela, fiebre amarilla y poliomielitis oral Sabin) que pueden ocasionar problemas en los lactantes, todas las demás fórmulas pueden administrarse a las madres lactantes sin problemas.
"Se sabe tanto de las vacunas que no hay por qué tenerle miedo y sí animar a la gente a que se vacune. La vacunación no interfiere con la lactancia, salvo los casos de la viruela y de la fiebre amarilla, cuyos virus atenuados en la vacuna son tan agresivos que pueden ser perjudiciales para los lactantes", manifiesta Paricio.
De tener alguna duda, el experto en medicamentos y lactancia apunta a la vacuna china Sinovac, por estar conformada de virus inactivado, y por la razón antes comentada de las vacunas de la viruela, fiebre amarilla y poliomelitis; si bien insiste en que sería un riesgo bajo el que existiría sobre esa vacuna asiática, puesto que la COVID-19, por regla general, no causa cuadros graves de enfermedad en niños.
Desde E-Lactancia agregan que es "altamente improbable" que los componentes de las vacunas contra la COVID-19 puedan excretarse en la leche materna y, en cualquier caso, sean digeridos en el intestino del lactante.
A juicio del doctor Paricio, parece razonable pensar que si la enfermedad (COVID-19) es compatible con la lactancia, más lo será su vacuna, que ni siquiera contiene el virus vivo: "Ninguno de los tipos de vacunas desarrolladas contra la COVID-19 utiliza virus vivos ni tiene conservantes, no pueden provocar la COVID-19 en la persona vacunada ni alterar su material genético. Salvo dos vacunas de virus vivos atenuados (viruela y fiebre amarilla) que pueden ocasionar problemas en los lactantes, todas las demás vacunas pueden administrarse a las madres lactantes sin problemas".
En tal caso, y al igual que tras la vacunación contra otros virus, 'E-lactancia' subraya que en la leche de madres lactantes vacunadas contra la COVID-19 podrían excretarse anticuerpos generados por la vacuna en forma de IgA, "lo que protegería de la COVID-19 al lactante".
A su vez, la Academia Americana de Obstetricia y Ginecología (ACOG por sus siglas en inglés), así como los CDC norteamericanos, mencionan sobre la vacuna COVID en mujeres lactantes que la inyección "no debe impedir el iniciar la lactancia, ni obliga a interrumpirla, ni está justificado demorar la vacunación por el hecho de estar dando de mamar a su lactante".
En última instancia, la Asociación Española de Pediatría, UNICEF apuesta por la lactancia materna en caso de que la madre haya padecido o padezca COVID (recomendaciones actualizadas en diciembre de 2020).