MADRID 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La infección por el SARS-CoV-2 se asocia a un mayor riesgo de parto prematuro, pero sólo en el caso de las mujeres infectadas en su último trimestre, según una investigación publicada en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'. El estudio, realizado con más de 5.000 mujeres embarazadas, es uno de los primeros que analiza los resultados del embarazo de las pacientes con COVID-19 por trimestre.
Los datos sobre el embarazo y la infección por COVID-19 son limitados. Hasta la fecha, los estudios han sido pequeños, se han limitado generalmente a las pacientes hospitalizadas y a menudo no han informado de los resultados en función de la infección durante las diferentes etapas del embarazo.
Noga Fallach y sus colegas del Centro de Investigación e Innovación Kahn-Sagol-Maccabi, en Israel, utilizaron datos anónimos capturados por los Servicios de Salud Maccabi para emparejar a 2.753 mujeres que se infectaron durante el embarazo con 2.753 mujeres sin infecciones reportadas de COVID-19.
Su estudio se realizó desde el 21 de febrero de 2020 hasta el 2 de julio de 2021. De las mujeres infectadas, el 17,4% se infectó con COVID-19 durante el primer trimestre, el 34,2% durante el segundo y el 48,4% durante el tercer trimestre.
La infección por COVID-19 en el primer y segundo trimestre no se asoció a un mayor riesgo de parto prematuro. Sin embargo, las mujeres infectadas en el tercer trimestre tenían 2,76 veces más probabilidades de sufrir un parto prematuro, mientras que las mujeres infectadas después de las 34 semanas de gestación tenían más de siete veces más probabilidades de sufrir un parto prematuro.
La tasa de rotura de aguas antes del inicio del parto fue menor en las mujeres infectadas (39,1%) que en las no infectadas (58,3%), y las proporciones de cesáreas y pérdida de bebés fueron similares en ambos grupos.
Debido al mayor riesgo de parto prematuro en las mujeres infectadas durante la última etapa del embarazo, los investigadores sugieren que durante el tercer trimestre, y en particular después de las 34 semanas de gestación, se aconseje a las mujeres que se distancien y usen mascarillas para reducir el riesgo de infección.
El doctor Tal Patalon, director de Kahn-Sagol-Maccabi (KSM), el centro de investigación e innovación de Maccabi Healthcare Services en Israel, subraya que "los resultados son alentadores y tranquilizadores porque la infección por COVID-19 durante el embarazo no se asocia a ningún tipo de pérdida de la gestación".
"Sin embargo, hay que recordar que el grupo de investigación probó las variantes de COVID anteriores a Delta, y no se refiere a la variante dominante en la actualidad, que es Omicron. Seguimos investigando para proporcionar datos y conocimientos del mundo real al público y a los responsables de la toma de decisiones", anuncia.