MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los niños nacidos de mujeres que toman ciertos medicamentos para la epilepsia durante el embarazo no tienen retrasos en el desarrollo a los tres años en comparación con los hijos de mujeres sanas sin epilepsia, según un estudio preliminar presentado en el American La 73 Reunión Anual de la Academia de Neurología que se llevó a cabo prácticamente del 17 al 22 de abril de 2021. La mayoría de las mujeres con epilepsia en el estudio tomaron lamotrigina o levetiracetam durante el embarazo, o una combinación de los dos.
"Tener una convulsión durante el embarazo puede no solo dañar a la madre, sino posiblemente también al bebé, por lo que el control de las convulsiones es una parte importante de la atención prenatal", recuerda el autor del estudio, Kimford J. Meador, de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.
"Sin embargo, se sabe que los medicamentos anticonvulsivos causan defectos congénitos o problemas neuroconductuales, pero estos efectos varían ampliamente y algunos tienen riesgos muy bajos pero otros tienen riesgos sustanciales --prosigue--. Si bien se conocen los riesgos de algunos medicamentos, y una planificación cuidadosa puede resultar en embarazos saludables, hay algunos medicamentos más nuevos para los que aún no se conocen completamente los efectos a largo plazo".
En el estudio participaron 275 mujeres con epilepsia y 77 mujeres sin la enfermedad. Todos se inscribieron en el estudio durante el embarazo. Se registraron medicamentos para la epilepsia llamados medicamentos anticonvulsivos para cada mujer que los tomaba.
De las mujeres con epilepsia, el 74% estaba en monoterapia, lo que significa que solo tomaban un medicamento. De este grupo, el 43% tomaba lamotrigina y el 37% tomaba levetiracetam. Hubo un 4% que no tomó ningún fármaco y un 22% tomó más de un fármaco. De las que tomaron más de un medicamento, cerca de la mitad tomó una combinación de lamotrigina y levetiracetam. Se midieron los niveles de medicamentos en la sangre de las mujeres con epilepsia en el tercer trimestre.
Los hijos de las mujeres fueron evaluados a los tres años con una serie de pruebas cognitivas y de desarrollo que midieron habilidades como vocabulario, comprensión auditiva, recuerdo de números y reconocimiento de patrones.
Después de ajustar el coeficiente intelectual y la educación de las madres, los investigadores no encontraron diferencias en las puntuaciones de desarrollo entre los niños nacidos de madres con epilepsia y los nacidos de madres sin la enfermedad.
Además, no encontraron diferencias en el desarrollo entre los hijos de madres con epilepsia que pudieran estar relacionadas con los diferentes niveles de medicamentos anticonvulsivos encontrados en las muestras de sangre de las madres durante el tercer trimestre.
"Si bien aún se necesita más investigación, los resultados de nuestro estudio son tranquilizadores para las mujeres con epilepsia que pueden estar considerando el embarazo, ya que no encontramos problemas de desarrollo neurológico o neuropsicológicos en niños de tres años relacionados con medicamentos anticonvulsivos -- apunta Meador--. Cuando una mujer en edad fértil recibe un medicamento anticonvulsivo, su médico debe aconsejarle que determine el mejor medicamento para controlar las convulsiones y minimizar los riesgos para el bebé".