MADRID, 23 Abr. (EDIZIONES) -
¿Es cierto que el embarazo influye en la progresión de patologías de la vista tipo miopía, hipermetropia, o astigmatismo? Son muchas las mujeres que padecen patologías en la vista que podrían resolverse mediante pequeñas intervenciones, pero siempre han oído que es mejor hacerlo después de dar a luz, cuando ya no se vayan a tener más hijos, ¿hasta qué punto esto es cierto?
En una entrevista con Infosalus, el doctor Luis Fernández-Gaytan Carballal, oftalmólogo de la Clínica Coro (Madrid), reconoce que es cierto que durante el embarazo puede cambiar el error refractivo que tiene la paciente debido a los cambios hormonales, si bien sostiene que, "lo habitual" es que se vuelva a la situación inicial una vez la paciente haya dejado de amamantar.
"Durante el embarazo puede cambiar el error refractivo que tiene la madre, por lo tanto, sí que se puede producir un aumento en el desarrollo de patologías como pueden ser el astigmatismo, la miopía y otros problemas visuales, debido sobre todo a los cambios hormonales. Lo habitual es que se vuelva a la situación inicial una vez la paciente haya dejado de amamantar", remarca el también miembro de la Sociedad Española de Optometría y de la Sociedad española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR).
Además, dice que durante el embarazo otro problema que se puede tener es sequedad ocular, que puede causar pequeñas molestias; al tiempo que llama la atención sobre el caso especial de las pacientes diabéticas, ya que requieren un seguimiento estrecho ante la posibilidad de que la retinopatía diabética progrese. "Es de alrededor del 20%, sobre todo a partir del tercer trimestre", manifiesta el doctor Gaytan.
Con ello, desde Sanitas indican que las pacientes embarazadas o que estén amamantando deben esperar a la hora de operarse de la vista, puesto que durante esta época se producen las citadas fluctuaciones de visión por causa de los cambios hormonales (normalmente los embarazos miopizan).
Sobre si se debe acudir al oftalmólogo durante el embarazo, el especialista de Clínica Coro sostiene que sí que es recomendable y necesario realizarse una revisión en esta etapa, especialmente si ya se tenían problemas previos en los ojos, ya que los cambios hormonales pueden influir a la hora de que se produzca un agravamiento de las patologías previas.
¿CUÁNDO ES BUEN MOMENTO PARA OPERARSE?
Con ello, este experto mantiene que, en cuanto a la cirugía refractiva, es buen momento para operar a partir de la mayoría de edad, aunque precisa que lo más importante es que el defecto refractivo que tiene el paciente esté estable cuanto más tiempo mejor: "Si el defecto refractivo ha sido el mismo durante años cabe pensar que lo seguirá estando en el futuro y, por tanto, el resultado de la intervención será duradero".
En cuanto a la edad, dice que la cirugía refractiva está indicada para pacientes mayores de 18 o 20 años, que cuenten con una graduación estable desde hace al menos dos años. "Si el paciente es menor de edad o su graduación aún no es estable, se recomienda esperar", aconseja el oftalmólogo.
¿LAS OPERACIONES DE LA VISTA SUELEN SER DEFINITIVAS?
Una de las preocupaciones de los pacientes que desean operarse de la vista es si serán duraderos sus efectos. A este respecto, el experto de la Clínica Coro asegura que se trata de "cirugías definitivas", aunque en el caso de la cirugía refractiva ve posible que en algún paciente se pueda desarrollar algún defecto refractivo menor con el paso del tiempo.
La cirugía refractiva, según explica, son aquellas técnicas quirúrgicas que tratan el ojo y cuyo objetivo es eliminar uno o varios defectos refractivos del ojo, como miopía, hipermetropía, astigmatismo, e incluso la presbicia.
"Es la más frecuente en pacientes jóvenes mayores de 18 o 20 años, una edad en la que el ojo ya ha madurado y ha dejado de crecer, por lo que sus resultados son más estables", añade.
Según prosigue, el objetivo de esta cirugía es eliminar la necesidad de usar gafas o lentes de contacto: "Durante los 30 y 40 años la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son las más demandadas. A partir de los 50 años la cirugía más habitual es la cirugía de catarata o la presbicia popularmente conocida como 'vista cansada'".
En última instancia, el miembro de la SEO y la SECOIR hace hincapié en la importancia de las visitas y revisiones periódicas al oftalmólogo, incluso cuando no hay síntoma alguno sobre una posible enfermedad en la visión, como mínimo a partir de los 40 años para poder detectar problemas oculares potencialmente graves, como el glaucoma, que de no detectarse a tiempo pueden causar ceguera.
"Además, con la llegada de la COVID-19, y el aumento considerado de horas que hemos pasado delante de las pantallas de móviles, tabletas, ordenadores o televisores, junto al trabajo de cerca prolongado, y a la ausencia de luz natural, se ha originado un aumento considerable de diferentes patologías visuales que es importantísimo detectarlas a tiempo", concluye el doctor Gaytan.