MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Una nueva revisión recomienda la terapia hormonal sustitutiva (THS), como tratamiento de primera línea en personas sin factores de riesgo para combatir los síntomas comunes de la menopausia, como los sofocos, los sudores nocturnos y los trastornos del sueño, que pueden afectar a la salud, la calidad de vida y la productividad laboral, según publican los investigadores en la revista 'CMAJ' (Canadian Medical Association Journal).
Los síntomas de la menopausia pueden aparecer hasta 10 años antes de la última menstruación y durar más de 10 años, con efectos negativos para muchas mujeres.
"La menopausia y la perimenopausia pueden asociarse a síntomas angustiosos y a una reducción de la calidad de vida --escribe la doctora Iliana Lega, del Women's College Hospital y la Universidad de Toronto (Canadá), junto con otros coautores--. La terapia hormonal menopáusica es el tratamiento de primera línea para los síntomas vasomotores en ausencia de contraindicaciones".
La revisión resume las pruebas más recientes para diagnosticar y tratar los síntomas de la menopausia, así como los riesgos y beneficios de las terapias, con el fin de ayudar a médicos y pacientes a controlar esta afección.
"Aunque existen muchos tratamientos para los síntomas menopáusicos, los temores en torno a los riesgos de la terapia hormonal menopáusica y la falta de conocimientos sobre las opciones de tratamiento a menudo impiden que las pacientes reciban tratamiento", escriben los autores.
Los beneficios de la terapia hormonal para la menopausia incluyen
reducción de los sofocos hasta en el 90% de las pacientes con síntomas de moderados a graves; mejora de los niveles de lípidos en sangre y posible reducción del riesgo de diabetes; y menos fracturas por fragilidad de cadera, columna y otros huesos.
Respecto a sus riesgos, aunque la evidencia previa ha demostrado un mayor riesgo de cáncer de mama, el riesgo es mucho menor en personas de 50-59 años y en aquellas que inician la terapia hormonal menopáusica en los primeros 10 años de la menopausia.
Algunos estudios muestran un mayor riesgo de ictus isquémico en mujeres mayores de 60 años que inician la terapia 10 años después del comienzo de la menopausia, pero el riesgo es bajo para las menores de 60 años.
Para las personas con factores de riesgo o las que no desean tomar terapia hormonal menopáusica, las terapias no hormonales, como algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y otros medicamentos, pueden ayudar a aliviar los síntomas.
"A pesar de las preocupaciones iniciales de un mayor riesgo de eventos cardiovasculares con la terapia hormonal menopáusica después del ensayo de la Iniciativa de Salud de la Mujer, cada vez más pruebas muestran una posible reducción de la enfermedad arterial coronaria con la terapia hormonal menopáusica entre las pacientes menopáusicas más jóvenes, específicamente aquellas que comienzan la terapia hormonal menopáusica antes de los 60 años o dentro de los 10 años de la menopausia", escriben los autores.
Destacan que es importante que los médicos pregunten sobre los síntomas antes y durante la menopausia y que comenten los tratamientos con las pacientes en función de sus preferencias personales y de los posibles factores de riesgo.