MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres que tienen la menopausia a los 40 años tienen un 40% más de riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria a lo largo de su vida en comparación con las mujeres que no tienen la menopausia temprana, según una investigación preliminar que se presentará en la Conferencia de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2021 de la Asociación Americana del Corazón.
La cardiopatía coronaria es un tipo muy común de enfermedad cardíaca en la que las arterias que rodean el corazón se obstruyen debido a la acumulación de placa, que se desarrolla con el tiempo. Si no se detecta ni se trata, las mujeres pueden sufrir dolor en el pecho, un ataque al corazón o incluso un paro cardíaco repentino.
"Sabemos por investigaciones anteriores que las mujeres que experimentan una menopausia prematura son más propensas a desarrollar enfermedades cardíacas a corto plazo. Sin embargo, no conocemos del todo su riesgo a largo plazo. Ningún estudio anterior lo ha analizado", afirma la autora principal del estudio, la doctora Priya M. Freaney, becaria de tercer año de cardiología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos.
"Necesitamos comprender mejor qué factores contribuyen al riesgo de enfermedad cardíaca de una mujer a lo largo de su vida y, específicamente, cómo el momento de la menopausia puede estar relacionado con el riesgo", añade.
Para este estudio, los investigadores agruparon los datos de seis grupos de estudio de ámbito nacional. En este análisis participaron más de 10.000 mujeres blancas y negras, con edades comprendidas entre los 55 y los 69 años, que no padecían enfermedades coronarias al inicio de los estudios. El conjunto de datos contenía información sobre el momento de la menopausia y sobre la aparición de enfermedades coronarias. Las participantes se incluyeron a partir de 1964, con un seguimiento hasta 2017.
La edad media de la menopausia natural es de 50 años. El estudio definió la menopausia de inicio precoz como la que se produce antes de los 40 años, lo que indica que los cambios hormonales en el organismo llevaron a la menopausia antes de lo normal. Se excluyeron del análisis las mujeres que se sometieron a una menopausia quirúrgica.
Los investigadores evaluaron el riesgo de enfermedad coronaria a lo largo de la vida entre todas las participantes. Se compararon los resultados cardiovasculares entre las mujeres negras que experimentaron una menopausia prematura y las mujeres negras que no la experimentaron. Realizaron el mismo análisis de las mujeres blancas de los estudios.
Comprobaron que las mujeres negras eran tres veces más propensas que las blancas a experimentar una menopausia prematura, 15,5% frente al 4,8%, respectivamente.
Entre las mujeres blancas y negras, las que experimentaron una menopausia prematura tenían un riesgo un 40% mayor de desarrollar una enfermedad coronaria a lo largo de su vida, en comparación con las que no experimentaron una menopausia prematura. Esto se mantuvo incluso después de ajustar los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares conocidos, como el tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes de tipo 2 y la obesidad.
"Estos resultados indican que la menopausia prematura se asocia a un mayor riesgo de enfermedad coronaria a lo largo de la vida. Para mitigar este riesgo, los médicos deben empezar a preguntar a las mujeres sobre su estado de menopausia más temprano --señala Freaney--. Si una mujer experimenta la menopausia antes de los 40 años, debe comunicárselo a su médico para que éste pueda ser más proactivo a la hora de optimizar su salud cardiovascular -como el control del peso y la presión arterial- a lo largo de sus años de mediana edad y prevenir las enfermedades coronarias a lo largo de su vida".
Según una reciente declaración científica de la Asociación Americana del Corazón, publicada el pasado 30 de noviembre, la transición de la menopausia, los años previos a la misma, es un momento de mayor riesgo de enfermedad cardíaca para las mujeres.
Es importante vigilar la salud y el estilo de vida de las mujeres e integrar estrategias de intervención temprana para lograr una salud cardiovascular óptima, especialmente durante la mediana edad y la menopausia, para ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas.