MADRID, 26 Ago. (EDIZIONES) -
Una enfermedad autoinmune es una enfermedad en la que el sistema inmune, las defensas del paciente, atacan a sus propias estructuras, a los órganos y diferentes sistemas provocando finalmente una inflamación y, si no se trata, daño en el organismo.
"Pensamos que hoy en día tenemos un mayor número y más potentes herramientas diagnósticas y por eso se cree que son hoy más frecuentes", afirma en una entrevista con Infosalus la presidenta de la Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (SEMAIS) la doctora Patricia Fanlo.
Es más, destaca que se están descubriendo nuevas enfermedades y mejorando los criterios diagnósticos y clasificatorios, haciéndose más sensibles y, por lo tanto, permitiendo que estas patologías se diagnostiquen antes y mejor: "El diagnóstico precoz es fundamental en esta enfermedad para poder iniciar el tratamiento lo antes posible y anticiparse a las complicaciones".
Eso sí, afirma la doctora que no existen datos exactos de prevalencia e incidencia de estas enfermedades, y que faltan registros potentes a nivel nacional. "La mayor parte de ellas son enfermedades raras que cumplen criterios de 5 personas diagnosticadas cada 10.000 habitantes", añade.
CÓMO AFECTAN POR SEXOS
En este sentido, la experta de SEMAIS advierte de que no todas las enfermedades autoinmunes afectan por igual forma a ambos sexos. Aunque la mayoría de las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) dice que sí son más frecuentes en las mujeres, hay excepciones como la Espondilitis anquilopoyética o la Enfermedad de Behet, que sí son más prevalentes en varones.
"La más representativa de las enfermedades autoinmunes sistémicas es el lupus eritematoso sistémico y en esta enfermedad es donde se objetivan las mayores diferencias entre sexos. 10 mujeres por cada varón se afectan más frecuentemente de lupus. Sí que se han descritos factores hormonales relacionados con el debut de determinadas EAS", resalta la doctora Fanlo.
Apunta igualmente a un reciente estudio publicado en 'Nature', y que ha sido realizado en Suecia, donde dice que se postula que la testosterona podría proteger en cierta manera de las enfermedades autoinmunes sistémicas: "Parece ser que la testosterona podría suprimir la proteína 'BAFF', que beneficia a los linfocitos B, que son los principales actores del lupus y de otras enfermedades autoinmunes. Por lo tanto, si se suprime la testosterona, aumentaría el BAFF y se estimulan las células B en el bazo que sobreviven en mayor medida".
HA HABIDO SESGO DE GÉNERO CON LAS EAS
El problema que ha habido en este sentido, según indica la experta, es que las enfermedades que han afectado a las mujeres han sido menos estudiadas y, por lo tanto, las enfermedades autoinmunes han sufrido lo que se ha denominado como 'sesgo de género en la atención sanitaria'.
"Clásicamente en los estudios y en los ensayos clínicos se han incluido mayoritariamente a varones, y posteriormente estos datos se han extrapolado a ambos sexos, cometiendo el error de que las mujeres debutan y sufren las enfermedades de diferente manera. Esto ha provocado sesgos de género tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de estas enfermedades. Asimismo, ha habido un mayor retraso en el diagnóstico de estas enfermedades en mujeres", lamenta la presidenta de la SEMAIS.
Hoy en día estos sesgos están cada vez más superados, según celebra la doctora Fanlo, y las pacientes mujeres reciben la atención sanitaria adecuada, si bien avisa de que queda "mucho por hacer y mejorar", sobre todo en el campo de la investigación.
CAUSAS DE APARICIÓN
En concreto, las causas que pueden llevar a desarrollar este tipo de patologías pueden ser desde las infecciones hasta fármacos y tóxicos, aunque esta doctora reconoce que las de causa genética son excepcionales, ya que la mayoría de las EAS son poligénicas y no monogénicas con un patrón de herencia Autosomico dominante o recesivo.
"Entre las causas podemos encontrar virus, como el VIH, el virus de la hepatitis, la mononucleosis infecciosa; o bien bacterias como el estafilococo aureus o el neumococo, así como fármacos o drogas como causa o desencadenantes de enfermedades autoinmunes sistémicas", agrega.
A su vez, Fanlo subraya que, generalmente, la edad de debut de una EAS en los adultos jóvenes es entre los 20 y los 40 años. "Sí que algunas debutan a edades tardías o avanzadas, como en el caso de la arteritis de células gigantes. El hecho de que debuten es esta edad joven hacen que existe una merma en la calidad de vida familiar y laboral de estos pacientes", avisa.
LAS EAS MÁS FRECUENTES EN LA MUJER
En este punto, resalta cuáles son las EAS más frecuentes en la mujer:
1. Lupus Eritematoso sistémico: generalmente se produce en mujeres en edad joven, se asocia a afectación cutánea y articular; en la analítica encontraremos los anticuerpos ANA positivos.
2. Síndrome de Sjgren: se produce por afectación generalmente de las glándulas salivales y lacrimales provocando síntomas de sequedad ocular y bucal; se asocia con la presencia de anticuerpos Ro y La positivos.
3. Esclerodermia: generalmente en mujeres se produce por una afectación del colágeno cutáneo y por vasculopatía un endurecimiento cutáneo, localizado sobre todo en la piel de manos, pies y boca; puede producir hipertensión pulmonar, afectación intersticial pulmonar y trastornos esofágicos.
4. Arteritis de células gigantes: tipo de vasculitis, es decir, una inflamación de los vasos que afecta a los vasos de gran tamaño, a la aorta, y a sus principales ramas; característicamente aparece en pacientes por encima de los 55 años y afecta a la arteria temporal produciendo cefalea, claudicación mandibular, y en ocasiones ceguera e ictus en pacientes con mal control de la enfermedad; en la analítica como marcadores podemos encontrar elevación de reactantes de fase aguda como PCR y VSG.
5. Síndrome antifosfolípido: se caracteriza por cuadros de trombosis arteriales, venosas y pérdidas fetales asociadas a la presencia de anticuerpos antifosfolípido en sangre.
EAS Y EMBARAZOS
Una pregunta que se hacen muchas mujeres con este tipo de patologías es si pueden ser madres y de qué manera su enfermedad puede afectarles a un embarazo o incluso a su propio bebé.
En este sentido, la presidenta de la SEMAIS remarca que, "por supuesto" las mujeres con enfermedades autoinmunes sistémicas pueden quedarse embarazadas y tener embarazos con parto y postparto dentro de la normalidad. "Pero deben ser controladas de forma conjunta con los obstetras y especialistas en Reumatología o Medicina interna para prepararlas para el embarazo", añaden.
Para ello, esta experta ve necesario siempre realizar una consulta preconcepcional en la que se les prepara para el posible embarazo: "En esa preparación previa hay que valorar qué tratamientos llevan las pacientes y que puedan ser tóxicos para el feto, para cambiarlos por vías terapéuticas permitidas durante el embarazo. Además, las pacientes tienen que haber estado en lo 6 meses previos sin brote de la enfermedad y haber estado estables".
Posteriormente, la doctora Fanlo informa de que, una vez que la paciente ya se queda embarazada, pasará a una consulta de embarazo de alto riesgo donde recibe unos controles unas revisiones más frecuentes y específicas para su control, generalmente en centros de referencia, donde suele haber una consulta multidisciplinar entre ginecólogos, obstetras, reumatólogos e internistas.
"De la misma forma hoy en día pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas pueden optar a quedarse embarazadas por medio de técnicas de reproducción asistida sin ningún problema", aclara esta especialista en EAS.