MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una técnica de imágenes basada en resonancia magnética desarrollada en la Universidad de Cambridge (Reino Unido) predice la respuesta de los tumores de cáncer de ovario al tratamiento y revela rápidamente qué tan bien está funcionando el tratamiento en modelos de células derivadas de pacientes. El informe se publica en la revista 'Oncogene'.
La técnica, llamada imagen hiperpolarizada con carbono 13, puede multiplicar por más de 10.000 la señal detectada en un escáner de resonancia magnética. Los científicos han descubierto que la técnica puede distinguir entre dos subtipos diferentes de cáncer de ovario y revelar su sensibilidad al tratamiento.
Los investigadores lo utilizaron para observar modelos celulares derivados de pacientes que imitan de cerca el comportamiento del cáncer de ovario seroso de alto grado, la forma letal más común de la enfermedad. La técnica muestra claramente si un tumor es sensible o resistente al carboplatino, uno de los tratamientos de quimioterapia de primera línea estándar para el cáncer de ovario. De esta forma, los oncólogos también podrán predecir hasta qué punto un paciente responderá al tratamiento y ver qué tan bien está funcionando el tratamiento dentro de las primeras 48 horas.
Los distintos tipos de cáncer de ovario responden de forma diferente a los tratamientos farmacológicos. Con las pruebas actuales, las pacientes suelen esperar semanas o meses para saber si su cáncer responde al tratamiento. La rápida información que proporciona esta nueva técnica ayudará a los oncólogos a ajustar y personalizar el tratamiento para cada paciente en cuestión de días.
El estudio comparó la técnica de imagen hiperpolarizada con los resultados de las tomografías por emisión de positrones (PET), que ya se utilizan ampliamente en la práctica clínica. Los resultados muestran que la PET no detectó las diferencias metabólicas entre los diferentes subtipos de tumores, por lo que no pudo predecir el tipo de tumor presente.
"Esta técnica nos dice cuán agresivo es un tumor de cáncer de ovario y podría permitir a los médicos evaluar múltiples tumores en una paciente para dar una evaluación más integral del pronóstico de la enfermedad y así poder seleccionar el tratamiento más apropiado", aporta el profesor Kevin Brindle del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Cambridge, autor principal del informe.
Las pacientes con cáncer de ovario suelen tener múltiples tumores repartidos por todo el abdomen. No es posible realizar biopsias de todos ellos y pueden ser de diferentes subtipos que responden de forma diferente al tratamiento. La resonancia magnética no es invasiva y la técnica de obtención de imágenes hiperpolarizadas permitirá a los oncólogos observar todos los tumores a la vez.
Brindle añade: "Podemos obtener imágenes de un tumor antes del tratamiento para predecir la probabilidad de que responda, y luego podemos obtener imágenes nuevamente inmediatamente después del tratamiento para confirmar si efectivamente ha respondido. Esto ayudará a los médicos a seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente y ajustarlo según sea necesario. Una de las preguntas que los pacientes con cáncer se hacen con más frecuencia es si su tratamiento está funcionando. Si los oncólogos pueden acelerar el acceso de sus pacientes al mejor tratamiento, entonces es claramente beneficioso". El siguiente paso es probar la técnica en pacientes con cáncer de ovario, algo que los científicos esperan que ocurra en los próximos años.
La obtención de imágenes hiperpolarizadas con carbono 13 utiliza una solución inyectable que contiene una forma "marcada" de la molécula natural piruvato. El piruvato entra en las células del cuerpo y la exploración muestra la velocidad a la que se descompone (o metaboliza) en una molécula llamada lactato. La velocidad de este metabolismo revela el subtipo de tumor y, por lo tanto, su sensibilidad al tratamiento.
Este estudio se suma a la evidencia del valor de la técnica de imágenes hiperpolarizadas de carbono-13 para un uso clínico más amplio. Brindle, que también trabaja en el Cancer Research UK Cambridge Institute, ha estado desarrollando esta técnica de imágenes para investigar diferentes tipos de cáncer durante las últimas dos décadas, incluidos el de mama, el de próstata y el glioblastoma, un tipo común y agresivo de tumor cerebral. El glioblastoma también muestra diferentes subtipos que varían en su metabolismo, que pueden visualizarse para predecir su respuesta al tratamiento. El primer estudio clínico en Cambridge, que se publicó en 2020, se realizó en pacientes con cáncer de mama.