MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio sobre más de 173.000 mujeres de Dinamarca, presentado en el Congreso Europeo sobre la Obesidad (ECO), sugiere que las niñas con un índice de masa corporal (IMC) más alto durante la infancia tienen menos probabilidades que las menores con un IMC más bajo de desarrollar cáncer de mama en la edad adulta, tanto antes como después de la menopausia.
Los resultados contrastan con los del IMC en la edad adulta, que indican que las mujeres que aumentan de peso después de la menopausia tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama en la posmenopausia. Aunque los autores no están seguros de por qué los niños con un IMC más alto parecen estar protegidos contra el cáncer de mama, advierten que tener sobrepeso u obesidad puede tener muchos impactos adversos en la salud general.
"Nuestros resultados sugieren que tener un IMC más alto durante la infancia puede reducir el riesgo de cáncer de mama tanto antes como después de la menopausia. Pero hay que tener muy claro que el aumento de peso no debe considerarse una forma de prevenir el cáncer de mama --afirma la autora principal, la doctora Dorthe Pedersen, del Hospital Bispebjerg y Frederiksberg de Copenhague (Dinamarca)--. Hay tantos riesgos para la salud relacionados con el sobrepeso o la obesidad que es vital que las mujeres mantengan un peso saludable durante toda su vida".
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres y casi 1 de cada 5 casos se desarrolla en menores de 50 años. Investigaciones anteriores han establecido una relación entre el aumento del IMC en las mujeres adultas y un menor riesgo de cáncer de mama antes de la menopausia, pero un mayor riesgo después de la misma.
Aunque un IMC elevado en la infancia puede proteger contra el riesgo de cáncer de mama en general, los estudios anteriores no habían sido lo suficientemente amplios como para investigar la relación por tipo de estado menopáusico.
Para aportar más pruebas, los investigadores daneses analizaron los datos de 173.373 mujeres del Registro de Salud Escolar de Copenhague nacidas entre 1930 y 1996 (con edades comprendidas entre los 25 y los 91 años actuales) que disponían de información sobre la altura y el peso medidos en los exámenes de salud escolares anuales realizados entre los 7 y los 13 años. Los casos de cáncer de mama se identificaron mediante la vinculación con el Registro Danés de Cáncer.
Durante una media de 33 años de seguimiento, 4.051 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama antes de la menopausia (a los 55 años o menos), y 5.942 mujeres después de la menopausia (después de los 55 años).
Los análisis sugieren "asociaciones inversas" entre el IMC en la infancia y el riesgo de cáncer de mama antes y después de la menopausia, lo que significa que los riesgos de cáncer de mama disminuyen a medida que aumenta el IMC.
Por ejemplo, al comparar a dos niñas de 7 años con una estatura media y una diferencia de puntuación z en el IMC (equivalente a 2,4 kg), la niña con el IMC más alto tenía un 7% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama antes de la menopausia y un 10% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia que la niña con el IMC más bajo.
Los autores afirman que se necesitan más estudios para descubrir los mecanismos subyacentes a estas asociaciones. Reconocen que los resultados son sólo asociaciones, por lo que no se pueden extraer conclusiones sobre la causa y el efecto, y señalan varias limitaciones, como que el estudio utilizó el IMC como marcador de la masa grasa, pero los niños con el mismo IMC pueden tener diferentes distribuciones de grasa corporal y niveles generales de grasa corporal.