MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Los niveles prolongados de estrés y depresión durante la pandemia de COVID-19 contribuyeron a alterar características clave del desarrollo cerebral del feto, incluso si la madre no estaba infectada por el virus, según un estudio publicado en 'Communications Medicine' en el se se siguió a más de 200 mujeres embarazadas.
El estudio, dirigido por expertos del Children's National Hospital, en Estados Unidos, subrayó la necesidad de realizar más investigaciones científicas para arrojar luz sobre las consecuencias a largo plazo del neurodesarrollo de sus hallazgos y de la exposición al COVID-19 en el desarrollo cerebral del feto.
"Comprender cómo los factores de estrés contemporáneos pueden influir en el desarrollo del cerebro del feto durante el embarazo tiene importantes implicaciones para la ciencia básica y para informar las iniciativas de política pública", explica la doctora Catherine Limperopoulos, jefa y directora del Instituto del Cerebro en Desarrollo del Children's National y autora principal del estudio.
"Con este trabajo, somos capaces de mostrar que hay un problema, que está ocurriendo prenatalmente, y podemos usar este modelo para empezar a explorar cómo podemos reducir el estrés en las madres y apoyar a los bebés no nacidos", añade.
Para comprender mejor los efectos de las exposiciones ambientales en el feto durante el embarazo, es necesario confirmar los últimos hallazgos del equipo descartando otras posibilidades, como la nutrición materna, la seguridad económica y los factores genéticos.
El impacto psicosocial de la COVID-19 en el desarrollo del cerebro del feto sigue estando muy poco estudiado. Los fundamentos neurológicos del desarrollo fetal que se convierten en trastornos psico-conductuales más adelante en la vida, como el trastorno bipolar, el trastorno del estado de ánimo o el trastorno de ansiedad, siguen siendo complejos y difíciles de explicar.
Entre las 202 participantes del área metropolitana de Washington D.C., 137 formaban parte de la cohorte prepandémica y 65 de la cohorte pandémica.
Mediante técnicas avanzadas de imagen por resonancia magnética y la reconstrucción de modelos cerebrales en 3D de alta resolución, los investigadores descubrieron una reducción de los volúmenes de materia blanca, hipocampo y cerebelo del feto y un retraso en la girificación del cerebro en los embarazos de la época de la pandemia COVID-19. También se utilizaron escalas validadas de estrés, ansiedad y depresión materna para comparar las puntuaciones entre las dos cohortes.
Este estudio se basa en un trabajo anterior del Developing Brain Institute dirigido por Limperopoulos, que descubrió que la ansiedad en las mujeres embarazadas parece afectar al desarrollo cerebral de sus bebés.
Su equipo también descubrió que la salud mental de la madre, incluso en un nivel socioeconómico alto, altera la estructura y la bioquímica del cerebro del feto en desarrollo, lo que subraya la importancia del apoyo a la salud mental de las mujeres embarazadas.
"Estamos analizando condiciones modificables --avanza Limperopoulos--. Lo que está claro es que la próxima frontera es intervenir pronto para ver cómo podemos prevenir o reducir el estrés en el entorno actual de la madre".