MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres tienen menos probabilidades de recibir un trasplante de pulmón y pasan una media de seis semanas más en la lista de espera, según un estudio del Hospital Universitario de Nantes, Francia. Sin embargo, las mujeres que reciben un trasplante de pulmón tienen más probabilidades que los hombres de vivir cinco años después del trasplante.
Basándose en sus hallazgos, los investigadores instan a realizar cambios en la normativa y en las directrices clínicas para abordar esta desigualdad.
El investigador principal del estudio, el doctor Adrien Tissot del Hospital Universitario de Nantes, subraya que "es importante entender que las personas en la lista de espera para un trasplante tienen una calidad de vida muy pobre, a veces no están lo suficientemente bien como para salir de casa y tienen un alto riesgo de muerte. Para estas pacientes, esperar es sufrimiento, y cuanto más larga es la espera, más sufren estas mujeres".
El estudio, publicado en 'ERJ Open Research', incluyó a 1.710 participantes (802 mujeres y 908 hombres) que recibieron tratamiento en uno de los 12 centros de trasplantes de Francia entre 2009 y 2018. Los pacientes fueron seguidos durante unos seis años después del trasplante. Las principales enfermedades subyacentes que afectaban a los pacientes eran la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la fibrosis quística y la enfermedad pulmonar intersticial.
Este estudio es el primero que analiza los tres periodos del proceso de trasplante en el mismo grupo de pacientes: el periodo en lista de espera previo al trasplante; la cirugía del trasplante e inmediatamente después; y los meses y años posteriores al trasplante.
La investigación descubrió que las mujeres esperan 115 días de media para un trasplante de pulmón, frente a los 73 días que esperan los hombres. Las mujeres también tenían menos probabilidades de recibir un trasplante de pulmón (91,6 % frente a 95,6 %). Investigaciones anteriores han demostrado que las mujeres también tienen más probabilidades de morir en la lista de espera. Después del trasplante, la supervivencia fue mayor para las mujeres que para los hombres: el 70% de las receptoras seguían vivas cinco años después del trasplante, en comparación con el 61% de los receptores masculinos.
Los investigadores también descubrieron que la mayoría de las mujeres recibieron un pulmón de un donante que coincidía con su sexo y altura. Los investigadores afirman que esto es importante porque hay un mayor número de donantes masculinos (56% de los donantes) y los hombres son 13 cm más altos que las mujeres en promedio, lo que significa que las mujeres pueden tener que esperar más tiempo para recibir un trasplante de pulmón de un receptor de estatura compatible. Las mujeres que recibieron un pulmón "de gran tamaño" en general no tuvieron una peor supervivencia después del trasplante, lo que sugiere que podría ser posible permitir que más mujeres reciban trasplantes de donantes masculinos. Esto podría abordar algunas de las desigualdades de género en la lista de espera.
Ante estos resultados, Tissot expone: "Los médicos, los pacientes y los responsables de las políticas deben reconocer esta diferencia de género, ya que es esencial para que se tomen las medidas adecuadas. Se podría considerar la inclusión temprana de mujeres en la lista de espera o la revisión de la política de asignación de pulmones de donantes a receptores. Creemos que nuestros hallazgos, como el papel potencial de la correspondencia de tamaño y su consecuencia en el acceso al trasplante de pulmón y el tiempo de espera, también pueden aplicarse en otros países donde se realizan trasplantes de pulmón".
El doctor Michael Perch es presidente del Grupo de Trasplante Pulmonar de la Sociedad Respiratoria Europea y consultor sénior del Rigshospitalet de Copenhague (Dinamarca) y no participó en la investigación, comenta que "comprender las disparidades de género en el trasplante es un primer paso crucial para mejorar la atención a las pacientes y reducir el tiempo que pasan en la lista de espera. Podría haber varias razones por las que las mujeres esperan una media de seis semanas más que los hombres, incluidas las diferencias en educación y conocimientos sanitarios, las diferencias socioeconómicas, los factores inmunológicos y la compatibilidad del tamaño del donante y el receptor".
No obstante, concluye, "es inaceptable que las mujeres esperen más que los hombres para recibir estas donaciones que salvan vidas, por lo que deben introducirse medidas correctivas eficaces".