MADRID 28 (EUROPA PRESS)
Los investigadores han descubierto una relación entre el hecho de que una mujer embarazada o su pareja pierdan el trabajo y un mayor riesgo de aborto espontáneo o mortinato. El estudio, publicado en 'Human Reproduction', ha revelado que se duplican las probabilidades de aborto espontáneo o mortinato tras la pérdida del empleo.
Los investigadores, dirigidos por la doctora Selin Kksal, del Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex (Reino Unido), subrayan que sus resultados ponen de relieve una asociación entre la pérdida del empleo y una mayor probabilidad de aborto espontáneo o mortinato, y que el estudio no puede demostrar que la pérdida del empleo sea la causa de la pérdida del embarazo.
"Habría que seguir investigando para saber si la pérdida del empleo es realmente la causa del mayor riesgo de pérdida del embarazo --señala--. Me gustaría analizar los factores socioeconómicos que influyen en la pérdida del embarazo en contextos en los que se disponga de datos de toda la población a través de registros administrativos. Estos datos pueden ayudar a aclarar si existen vínculos causales sólidos entre la pérdida del empleo y la pérdida del embarazo, y si hay determinados grupos socioeconómicos en la población que corren un riesgo especial, como los empleados económicamente precarios", destaca.
Según indica, "poder examinar la asociación entre la pérdida del empleo y la pérdida del embarazo entre distintos grupos socioeconómicos podría ayudarnos a comprender cómo se relaciona exactamente la pérdida del empleo con un mayor riesgo de aborto espontáneo o mortinato. ¿Se debe a dificultades económicas, a la experiencia de un acontecimiento inesperado o a la pérdida de estatus social? Éstas son las preguntas que espero responder en el futuro", confía.
El estudio se basa en datos de la encuesta 'Understanding Society' realizada en 40.000 hogares del Reino Unido entre 2009 y 2022. Incluye 8.142 embarazos para los que se disponía de información completa sobre la fecha de concepción y el resultado del embarazo.
De estos embarazos, el 11,6% abortaron (947), lo que puede ser una subestimación porque muchos embarazos no sobreviven más allá del primer mes y la pérdida del embarazo puede pasar desapercibida. Hubo 38 mortinatos, que representan el 0,5% de las concepciones, lo que coincide con las estadísticas oficiales de mortinatos del Reino Unido.
De las 136 mujeres afectadas por la pérdida de su empleo o el de su pareja, 32 (23,5%) abortaron y una (0,7%) nació muerta. De las 8006 mujeres que no se vieron afectadas por la pérdida de su empleo o el de su pareja, 915 (10,4%) abortaron y 37 (0,5%) tuvieron un mortinato.
El coautor del estudio, el doctor Alessandro Di Nallo, del Centro Dondena de Investigación sobre Dinámicas Sociales y Políticas Públicas de la Universidad Bocconi de Milán (Italia), afirma que "las razones de estas asociaciones pueden ser diferentes: "Las razones de estas asociaciones pueden estar relacionadas con el estrés, un menor acceso a la atención prenatal o cambios en el estilo de vida".
"Mis investigaciones anteriores indican que la pérdida de empleo reduce la probabilidad de tener hijos. Esto podría deberse a que la gente pospone sus planes de tener hijos en condiciones de incertidumbre económica, pero también podría deberse a otras razones. El estrés provoca una respuesta fisiológica, liberando hormonas que se sabe que aumentan el riesgo de aborto o parto prematuro --explica--. La reducción de ingresos tras una pérdida de empleo podría restringir el acceso y el cumplimiento de los cuidados prenatales, de modo que los embarazos de riesgo se descubren tarde o no se detectan. Además, el malestar emocional de la pérdida del empleo podría impulsar comportamientos poco saludables, como el consumo de alcohol, el tabaquismo o una alimentación poco sana".
La doctora Kksal destaca que estos resultados "son importantes, ya que descubrimos un posible factor socioeconómico, y por tanto prevenible, detrás de las pérdidas de embarazos que puede abordarse mediante una elaboración eficaz de políticas", asegura.
"Es importante concienciar sobre los derechos y la protección de las mujeres en el lugar de trabajo durante el embarazo, para que se sientan más seguras y capacitadas para comunicar su embarazo a la empresa --sugiere--. Además, el estrés durante el embarazo puede tener efectos negativos tanto en la salud materna como en la fetal. Por ello, es importante que el sistema sanitario público ofrezca apoyo psicológico durante el embarazo, independientemente de la situación laboral de la mujer y su pareja".