Embarazada
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Actualizado: lunes, 2 enero 2017 8:11

MADRID 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

Tomar ciertos suplementos de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo puede reducir el riesgo de asma infantil en casi un tercio, según concluye un nuevo estudio de análisis prospectivos de Copenhague (Dinamarca) sobre el asma en la infancia (COPSAC) y la Universidad de Waterloo, en Canadá.

El estudio, publicado en la revista 'New England Journal of Medicine', encontró que las mujeres a las que les prescribieron 2,4 gramos de suplementos de omega-3 de cadena larga durante el tercer trimestre del embarazo redujeron el riesgo de asma de sus hijos en un 31 por ciento. Estos ácidos grasos de cadena larga, que incluyen el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), se encuentran en peces de agua fría y son clave para la regulación de la respuesta inmune humana.

"Sospechamos había un vínculo entre las propiedades antiinflamatorias de las grasas omega-3 de cadena larga, la baja ingesta de omega-3 en las dietas occidentales y el aumento de las tasas de asma infantil", dice el profesor Hans Bisgaard, de COPSAC en el Hospital Universitario de Copenhague. "Este estudio demuestra que están definitivamente y significativamente relacionados", afirma.

El análisis utilizó rápidas técnicas analíticas desarrolladas y realizadas en la Universidad de Waterloo para medir los niveles de EPA y DHA en la sangre de mujeres embarazadas. La Universidad de Waterloo es uno de los pocos laboratorios disponibles en el mundo para realizar estas pruebas.

HASTA UN 50 POR CIENTO MENOS DE RIESGO DE ASMA

"Medir los niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre proporciona una evaluación precisa del estado de nutrientes -apunta el profesor Ken Stark, catedrático de Investigación en Nutrición Lipidómica y profesor de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Salud de Waterloo--. Nuestros laboratorios están especialmente equipados para medir ácidos grasos de forma rápida, extremadamente precisa y de una manera rentable".

Las pruebas también revelaron que las mujeres con niveles bajos en sangre de EPA y DHA al principio del estudio se beneficiaron más de los suplementos. En el caso de estas mujeres, se redujo el riesgo relativo de sus hijos de desarrollar asma en un 54 por ciento.

"La proporción de mujeres con EPA y DHA bajos en su sangre es aún mayor en Canadá y Estados Unidos en comparación con Dinamarca, por lo que esperamos una reducción aún mayor del riesgo entre las poblaciones de América del Norte", apunta el profesor Stark. "Debe considerarse una defensa de primera línea identificar a estas mujeres y proporcionarles suplementos para reducir y prevenir el asma infantil", añade.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de 695 mujeres danesas a las 24 semanas de gestación y una semana después del parto. A continuación, supervisaron el estado de salud de cada niño participante durante cinco años, que es la edad a la que se pueden establecer clínicamente los síntomas del asma.

"El asma y los trastornos sibilantes se han más que duplicado en los países occidentales en las últimas décadas -alerta el profesor Bisgaard--. Ahora tenemos una medida preventiva para ayudar a reducir esos números". Actualmente, uno de cada cinco niños pequeños sufre de asma o un trastorno relacionado antes de la edad escolar.