MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los principales ensayos clínicos cardiovasculares, lo que se corresponde con la infrarrepresentación y la falta de diversidad de género entre los presentadores en las reuniones científicas, según una revisión publicada en el 'Journal of the American College of Cardiology'.
Un análisis anterior de los ensayos cardiovasculares publicados en los últimos cuatro años reveló que las mujeres sólo representaban el 10,1% de los comités de dirección de los ensayos clínicos, y que en más de la mitad de los ensayos no había ninguna mujer en el equipo de dirección.
Otras investigaciones también han encontrado una correlación entre las mujeres que dirigen los ensayos clínicos y el número de mujeres que participan en ellos. Históricamente, los ensayos clínicos han contado con la participación de hombres blancos, y la participación ha sido baja entre las mujeres, los adultos mayores y las minorías raciales/étnicas.
La revisión actual destaca la diversidad de género de los panelistas y presidentes de sesión en las recientes Sesiones Científicas del ACC, pero demuestra que el 93% de los resultados de los ensayos clínicos fueron presentados por hombres.
"Estos problemas son, por desgracia, de naturaleza cíclica. La falta de mujeres en puestos de liderazgo en los ensayos clínicos hace que haya menos mujeres que participen en los ensayos. El menor número de mujeres que participan en los estudios significa que no se garantiza que los medicamentos y otras terapias sean seguros y eficaces para todos", explica la doctora Mary Norine Walsh, directora médica de los programas de insuficiencia cardíaca y trasplante cardíaco y del Instituto de Investigación Cardiovascular del Centro Cardíaco Ascension St. Vincent de Indianápolis (Estados Unidos), y autora del artículo.
"Menos mujeres dirigiendo ensayos clínicos significa también menos mujeres presentando resultados de ensayos fundamentales y que cambian la práctica en reuniones científicas", resume.
Walsh afirma que el aumento del número de mujeres en los comités de dirección de los ensayos debe comenzar a un nivel más profundo. La tutoría en el inicio de la carrera es crucial, así como el conocimiento de la estructura de los comités de ensayos clínicos.
Para contribuir a ello, las sociedades médicas han empezado a publicar recomendaciones y hojas de ruta para fomentar el cambio, como el programa 'Clinical Trial Research: Upping Your Game' del ACC, diseñado para ayudar a desarrollar y formar a la próxima generación de mujeres y minorías infrarrepresentadas como especialistas en ensayos clínicos.
"Estamos empezando a ver que se está trabajando para cerrar la brecha en la representación, pero hay que hacer más --subraya Walsh--. Las sesiones científicas y los planificadores de las reuniones sólo tienen un límite de influencia sobre quién se presenta en las conferencias. Esto se reduce a que los investigadores clínicos de alto nivel renuncien al podio y den paso a otros".
Entre los pasos para aumentar la representación en la dirección de los ensayos clínicos, Walsh recomienda que los patrocinadores federales y de la industria de los ensayos clínicos deben insistir en la diversidad del comité de dirección del ensayo.
Además propone que los investigadores a los que se les pide que dirijan ensayos clínicos deben tener en cuenta la diversidad geográfica, institucional y de centros de ensayo, junto con una lista diversa de investigadores experimentados en puestos de liderazgo.
Walsh recomienda asimismo que las instituciones, los presidentes de departamento y los jefes de división deben animar a las mujeres a ser investigadoras principales del centro y que se revise el orden jerárquico informal o formal de la dirección de los ensayos cardiovasculares.
Finalmente, apunta que no se debe recurrir a las mujeres para el liderazgo de los ensayos clínicos, ni para la presentación de resultados de última hora, sólo si el ensayo es pertinente únicamente para una población de pacientes femeninos.
"No habrá espacio en la cima para que brillen los investigadores nuevos e innovadores si los que ya han alcanzado el éxito no se hacen un hueco", advierte Walsh.