MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las terapias anti-HER2 para el cáncer de mama aportan más tiempo de vida sin que la enfermedad progrese, mejorando la calidad de vida del paciente, según de ha expuesto en la jornada 'Innovations in HER2 therapy', organizada por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama con el objetivo de actualizar el tratamiento del cáncer de mama HER2 positivo, haciendo un repaso de los avances en esta enfermedad en los últimos años, así como de las terapias anti-HER2 más novedosas, los conjugados anticuerpo-fármaco y su papel en el tratamiento de la enfermedad avanzada.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo. En España cada año se diagnostican unos 26.000 nuevos casos de cáncer de mama y su incidencia está aumentando a razón de un 2-3 por ciento anual; mientras que el cáncer de mama HER2 positivo afecta al 15-20 por ciento de las mujeres con cáncer de mama.
Debido a la alta incidencia de esta enfermedad, muchas han sido las investigaciones y los tratamientos puestos en marcha para intentar frenarla. 'Herceptin' (trastuzumab) combinado con quimioterapia supuso la primera revolución en cáncer de mama pero al cabo de un año la mitad de las pacientes en tratamiento para la enfermedad avanzada empezaron a experimentar resistencias al mismo.
Por ello, y según ha afirmado el presidente de GEICAM, Miguel Martín, "la investigación española en general y GEICAM en particular ha estado presente en muchos de los estudios que han puesto de manifiesto el valor de las terapias anti-HER2 hoy consideradas más antiguas (como 'trastuzumab' y 'lapatinib') y en la actualidad está teniendo un papel clave en el desarrollo de las nuevas terapias como 'pertuzumab', 'T-DM1' y 'neratinib'".
De hecho, los datos finales del estudio 'Cleopatra' con 'pertuzumab' han revelado que antes de la existencia de 'pertuzumab', la supervivencia media de las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo metastásico oscilaba entre los 35-40 meses, y que con adicción de este, la supervivencia ha aumentado hasta los 56 meses en algunos casos.
Además, la investigación clínica ha dado un paso más en las terapias anti-HER2 con el desarrollo de 'T-DM1', un fármaco que combina en la misma molécula el anticuerpo monoclonal anti-HER2, 'trastuzumab' (Herceptin) con un potente agente citotóxico, el 'DM1'.
'T-DM1' actúa de forma selectiva sobre las células tumorales HER2-positivas que reciben tanto el mecanismo de acción propio de 'trastuzumab' como el efecto citotóxico del 'DM1'. "El hecho de que el citotóxico DM1 sea liberado selectivamente en las células HER2 positivas, hace que el aumento de eficacia no vaya acompañado de un aumento de la toxicidad sistémica y sea un fármaco muy bien tolerado", ha finalizado la directora científica de GEICAM, la doctora Eva Carrasco.