MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El síndrome premenstrual puede provocar una angustia importante en las mujeres en edad reproductiva y causar síntomas psicológicos como irritabilidad, estado de ánimo deprimido y cambios de humor, así como síntomas físicos como sensibilidad en los senos, hinchazón y dolor en las articulaciones. Las mujeres con síndrome premenstrual también tienen más probabilidades de tener pensamientos suicidas, sufrir depresión, trastornos alimentarios y migrañas.
Los tratamientos médicos que a menudo se recetan para ayudar con el síndrome premenstrual, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los agentes hormonales como los anticonceptivos orales y el danazol, a menudo se asocian con efectos secundarios que incluyen mareos, náuseas, temblores, aumento de peso, síntomas gastrointestinales y depresión.
Se ha demostrado que los placebos de etiqueta abierta (OLP), es decir, placebos que se proporcionan con total transparencia y conocimiento de los pacientes, tienen efectos positivos sobre diversas molestias, entre ellas, el síndrome del intestino irritable, el dolor lumbar crónico y los sofocos menopáusicos.
Las mujeres afectadas por el síndrome premenstrual (SPM) parecen experimentar síntomas menos intensos y debilitantes después de tomar píldoras placebo, incluso cuando se les dice que no contienen ningún medicamento activo (placebo de etiqueta abierta), sugiere un estudio de la Universidad de Basilea, Suiza. Los resultados se publican en la revista de acceso abierto 'BMJ Evidence-Based Medicine'.
De esta forma, los investigadores en Suiza se propusieron examinar si estos OLP podrían tener un impacto positivo en los síntomas del síndrome premenstrual. Para ello, realizaron un ensayo con 150 mujeres de entre 18 y 45 años que padecían síndrome premenstrual o trastorno disfórico premenstrual.
REDUJERON CONSIDERABLEMENTE LA INTENSIDAD DE LOS SÍNTOMAS
Entre agosto de 2018 y diciembre de 2020, las mujeres participantes fueron asignadas aleatoriamente a tres grupos para recibir el tratamiento habitual, recibir OLP sin más explicación que la de que estaban recibiendo placebos o recibir OLP en forma de píldora con una explicación de qué eran y por qué los OLP podrían aliviar potencialmente los síntomas del síndrome premenstrual.
Los investigadores descubrieron que los placebos redujeron considerablemente la intensidad de los síntomas del síndrome premenstrual y la interferencia en su vida social, educativa y laboral en mujeres con síndrome premenstrual moderado a severo o trastorno disfórico premenstrual cuando se les proporcionó una explicación del tratamiento.
De esta forma, midieron los resultados primarios, definidos como la intensidad de los síntomas del SPM y su interferencia en sus vidas entre los grupos a lo largo de tres ciclos menstruales, y la seguridad relacionada con los eventos adversos, medidos en las semanas 3 y 6 después del inicio de la intervención. También midieron los resultados secundarios, que consistían en subescalas psicológicas y físicas de la intensidad de los síntomas del SPM y la adherencia al tratamiento.
Para los resultados primarios, los placebos proporcionados dos veces al día durante seis semanas con una explicación dieron como resultado una reducción del 79,3% en la intensidad de los síntomas entre estas mujeres y una reducción del 82,5% en la interferencia en sus vidas, lo que subraya la importancia de proporcionar adecuadamente la explicación del tratamiento cuando se administran placebos, dijeron los investigadores.
Las mujeres que recibieron un placebo sin explicación informaron una reducción del 50,4% en la intensidad de sus síntomas y una caída del 50,3% en la interferencia en sus vidas. Por el contrario, las mujeres que recibieron el tratamiento habitual informaron una reducción del 33% en la intensidad de sus síntomas y una reducción del 45,7% en la interferencia en sus vidas. También hubo muy pocos efectos secundarios y no graves entre las mujeres de ambos grupos placebo.
En cuanto a los resultados secundarios, las mujeres del grupo placebo con explicación tuvieron la mayor disminución (70,7%) de la intensidad de los síntomas psicológicos entre ciclos menstruales, seguido por el grupo placebo sin explicación que informó una caída del 42,6% en la intensidad de los síntomas, en comparación con una disminución de sólo el 29,1% en las mujeres que recibieron el tratamiento habitual.
Las mujeres del grupo placebo con explicación también informaron la mayor reducción (82,5%) de la intensidad de los síntomas físicos entre ciclos menstruales, seguidas por las mujeres del grupo placebo sin explicación (50,3%) y las mujeres del grupo de tratamiento tradicional (45,7%).
El estudio presenta algunas limitaciones, ya que los autores reconocieron que, al anunciar el ensayo como un estudio para una intervención sin efectos secundarios para el síndrome premenstrual, podrían haber atraído a participantes más receptivas a tratamientos no convencionales o insatisfechas con su tratamiento actual, lo que podría haber limitado la generalización de los resultados. Además, los resultados se basaron en autoinformes, lo que podría sesgarlos.
Sin embargo, los investigadores concluyen: "Administrar OLP con una justificación terapéutica a mujeres con síndrome premenstrual puede reducir considerablemente la intensidad de los síntomas y la interferencia en ausencia de efectos secundarios sustanciales y con total transparencia. Teniendo en cuenta nuestros resultados, así como la carga individual y social del síndrome premenstrual, el tratamiento con OLP podría servir como una intervención aceptable, eficaz y segura para el síndrome premenstrual".